(RSF/IFEX) – RSF manifiesta su enorme preocupación tras el atentado a disparos sufrido, el 8 de abril de 2008 en Curuguaty (a 300 km. al noreste de Asunción), por Alfredo Tomás Avalos, locutor de la emisora 105.1 San Isidro FM. El periodista, alcanzado en la cabeza, se encuentra actualmente entre la vida y la muerte […]
(RSF/IFEX) – RSF manifiesta su enorme preocupación tras el atentado a disparos sufrido, el 8 de abril de 2008 en Curuguaty (a 300 km. al noreste de Asunción), por Alfredo Tomás Avalos, locutor de la emisora 105.1 San Isidro FM. El periodista, alcanzado en la cabeza, se encuentra actualmente entre la vida y la muerte y su esposa, Silvana Rodrígues, murió en el atentado. La organización teme por la seguridad de los medios de comunicación paraguayos, en el contexto de la campaña para las elecciones generales del 20 de abril que, entre otras cosas, tienen que designar al sucesor del presidente Nicanor Duarte Frutos.
«Alfredo Avalos denunció muchas veces en las ondas el tráfico de droga, que causa estragos en la fronteras de Paraguay con Brasil, lo que le convierte en objetivo de los narcotraficantes. En la investigación del atentado debe contemplarse prioritariamente esa hipótesis, que nos inspira una gran preocupación cuando la campaña electoral se está llevando a cabo en un clima muy tenso. La prensa paraguaya, sobre todo la local, está muy expuesta a represalias o amenazas, como ya se ha podido comprobar. Corresponde a las autoridades judiciales, pero también a los candidatos, movilizarse para garantizar la libertad de expresión y la seguridad de los periodistas», ha declarado RSF.
Comerciante de profesión, concejal municipal de Curuguaty, perteneciente al partido Patria Querida (izquierda) y militante del movimiento asociativo Tekojojá, Avalos hace una crónica habitual en la radio 105.1 San Isidro FM (propiedad de un político de la mayoría), en la que denuncia las actuaciones de los narcotraficantes fronterizos. Sus manifestaciones ya le valieron, en 2007, ser víctima de un intento de secuestro. Una discrepancia judicial enfrentó también a Avalos con Aristeu Falkenbak, sospechoso de dirigir un cartel de droga.
En la noche del 8 de abril, Avalos llegaba a su domicilio en compañía de su esposa, Silvana Rodrígues, de nacionalidad brasileña, cuando dos individuos pararon su moto a la altura del patio y dispararon sobre la pareja. Rodrígues resultó muerta. Avalos, alcanzado en la cabeza, fue trasladado al hospital donde le intervinieron quirúrgicamente. Los médicos han indicado que su estado es estable, aunque de pronóstico reservado.
Los investigadores barajan tres hipótesis: represalias relacionadas con las actividades periodísticas de la víctima, arreglo de cuentas por motivos comerciales y económicos o intento de asesinato político. Según el diario nacional «ABC Color», las autoridades no creen la última de las hipótesis.