(RSF/IFEX) – Reporteros sin Fronteras pide que se aclare completamente el asesinato de José Everardo Aguilar, periodista y cronista de las emisoras privadas regionales Radio Súper y Bolívar Estéreo, que tuvo lugar el 24 de abril de 2009 en su domicilio del municipio de El Bordo, en el Departamento del Cauca (Sudoeste). «Enviamos nuestro más […]
(RSF/IFEX) – Reporteros sin Fronteras pide que se aclare completamente el asesinato de José Everardo Aguilar, periodista y cronista de las emisoras privadas regionales Radio Súper y Bolívar Estéreo, que tuvo lugar el 24 de abril de 2009 en su domicilio del municipio de El Bordo, en el Departamento del Cauca (Sudoeste).
«Enviamos nuestro más sentido pésame a la familia y los colegas de José Everardo Aguilar. Aunque el móvil del crimen está por determinar, debe darse preferencia a la hipótesis profesional, teniendo en cuenta los riesgos que corría la víctima al denunciar la corrupción de determinadas autoridades locales. Justamente, la investigación tiene que permitir entender por qué el gobierno departamental no consideró de utilidad reaccionar ante las amenazas recibidas por el periodista», declaró Reporteros sin Fronteras.
En la noche del 24 de abril entró en el domicilio de Everardo un sicario, con la excusa de que iba a entregarle informaciones y fotos. El desconocido efectuó tres disparos, matando al periodista en el acto. Everardo, muy popular en la región del Cauca, denunciaba frecuentemente en las ondas casos de corrupción, implicando a la administración departamental. Uno de los hijos de la víctima declaró a la prensa que su padre había recibido amenazas que las autoridades locales habían negado conocer. En reacción al atentado, el presidente de la república, Alvaro Uribe, prometió una recompensa de 50 millones de pesos (aproximadamente 16.300 euros) para cualquier persona que permita encontrar al asesino. A este respecto, Reporteros sin Fronteras advierte seriamente acerca de los peligros de que se dé una «justicia paralela» en sectores geográficos dominados por la ley de las armas.
En esa parte del país, muy expuesta a los ataques de narcotraficantes y grupos armados, en las mismas fechas se cometieron otras dos agresiones graves a profesionales de los medios de comunicación. El mismo 24 de abril, seis hombres armados secuestraron y amenazaron en su domicilio de Tulúa (Valle del Cauca, Oeste) a Gustavo Alvarez Gardeazabal, periodista del programa «La Luciérnaga» en la emisora privada nacional Caracol Radio. Obligaron al periodista a entregarles grabaciones, archivos y material informático. Una cámara de seguridad, instalada cerca del lugar, grabó la presencia de un vehículo del ejército en el momento de producirse los hechos. «El alto mando militar, y el Ministerio de Defensa, deberán acceder a todas las demandas que formule la justicia en la instrucción del caso», dijo Reporteros sin Fronteras.
El 25 de abril, un desconocido intentó matar a disparos a Hugo Cuartas, que salía del canal local de televisión donde presenta un programa musical, en la ciudad de Mañizales (Centro-Oeste). Según cuenta la Agencia France-Press (AFP), la víctima, herida en un brazo, tuvo que ser operada. Se desconoce el móvil.
