(PFC/IFEX) – Tras ganar el primer juicio oral y público por los delitos de calumnia e injuria, constitutivos de difamación, el periodista hondureño Renato Álvarez, director del programa de debates «Frente a Frente», de la Corporación Televicentro, canales 3, 5 y 7, se prepara para enfrentar el 3 de febrero de 2004 un segundo juicio […]
(PFC/IFEX) – Tras ganar el primer juicio oral y público por los delitos de calumnia e injuria, constitutivos de difamación, el periodista hondureño Renato Álvarez, director del programa de debates «Frente a Frente», de la Corporación Televicentro, canales 3, 5 y 7, se prepara para enfrentar el 3 de febrero de 2004 un segundo juicio por la misma causa. El motivo es la difusión de un documento que revela los presuntos nexos del narcotráfico en Honduras.
En el segundo juicio, la demanda fue interpuesta por el político y ex diputado Eduardo Sarmiento, del gobernante Partido Nacional. En la primera, el demandante fue el abogado Rossel Barralaga, quien incluso decidió llevar personalmente la acusación.
Álvarez es el primer periodista que ha sido llevado a juicio por difundir información de interés público. Su primer juicio, efectuado el 22 y 23 de enero, despertó el interés de la prensa y la ciudadanía en general ante las repercusiones que un fallo adverso podría tener para los periodistas y la libertad de expresión y de información en ese país centroamericano.
No obstante, la defensa del periodista, a cargo del abogado Enrique Flores Lanza, logró probar ante los jueces que el comunicador no incurrió en los delitos de calumnia e injuria. Esto porque no existió dolo al dar a conocer un documento de interés público que fue avalado en su programa con la presencia del ministro de Seguridad, Óscar Álvarez, el 23 de junio de 2003 cuando se difundió la información.
En su sentencia, el tribunal, a cargo del juez Mario Díaz, fue contundente al indicar que el periodista «dio lectura a un escrito para consultar al ministro de Seguridad, Óscar Álvarez, sobre la veracidad o no del documento y nunca el comunicador adujo que él hubiera elaborado ese informe».
«Por lo anterior, en el caso que nos ocupa, el tribunal considera que no había de parte del comunicador intención de inferir calumnia e injuria, mucho menos difamación. No existió dolo ni intencionalidad de afectar al querellante y por tanto se decide absolver en forma unánime al comunicador Renato Álvarez», sentenció el juez Díaz, acompañado de las juezas Sandra Avelar y Emili Page. El juicio duró dos días en que las partes en pugna presentaron sus testigos y medios de prueba.
La sentencia del tribunal, según el abogado Lanza, sienta jurisprudencia en materia de libertad de expresión, ya que es el primer caso que por su naturaleza se presenta ante los tribunales. Lanza confía en que el segundo juicio, a efectuarse en una semana, «prevalezca esta sentencia favorable para el bien de la libertad de expresión y el derecho a la información».
Por su parte, el periodista Álvarez, dijo al Comité por la Libre Expresión (C-Libre) que espera optimista el próximo juicio, «debido al fallo favorable obtenido en el primer juicio; espero que impere la justicia y por ahora siento que ningún periodista hondureño debe amilanarse [intimidarse] para difundir, en forma responsable, toda aquella información que sea de interés público, que fue lo que yo hice».
En el juicio contra Álvarez, compareció, también por primera vez, un propietario de medios de comunicación en calidad de testigo. El turno fue para Rafael Ferrari, considerado como el más importante e influyente dueño de un medio de comunicación en el país. Ferrari fue citado por la parte acusadora, y en su testimonio, fue firme en declarar que el periodista Álvarez goza de amplia libertad para escoger sus temas de debate sin previa censura.