El periodista Éler Alcántara Rojas fue secuestrado por un grupo de ronderos, quienes lo humillaron y amenazaron con hacerle daño físico sino alineaba sus informaciones a favor de su lucha contra el proyecto minero Conga.
(IPYS/IFEX) – El 16 de abril de 2012, el periodista Éler Alcántara Rojas, conductor principal del informativo «Libre Expresión» de Radio El Edén de Celendín, fue secuestrado durante dos horas y media por un grupo de ronderos, quienes lo humillaron y amenazaron con hacerle daño físico sino alineaba sus informaciones a favor de su lucha contra el proyecto minero Conga. El hecho se registró en la región Cajamarca, al norte del país.
Alcántara Rojas fue interceptado al salir de una cobertura en la municipalidad de Celendín y con rumbo a la radio. La horda, dirigida por los ronderos Edwar Rodo Rojas y Elías Oyarce Abanto, llevaron a empujones al periodista hasta la base de la ronda El Milagro, y allí fue golpeado en los pies, insultado y objeto de burlas.
Más de dos horas después y luego de ser acusado de favorecer en sus informaciones a la minera Yanacocha, a cargo del proyecto Conga, y amenazado con que la próxima vez le cortarían lengua y dedos, Alcántara Rojas fue liberado. Los ronderos agresores lo obligaron a firmar un documento redactado por ellos que señalaba que su encuentro había sido pacífico y que se comprometía a no demandarlos.
La Fiscalía provincial de Celendín ha tomado el caso, el primero de una serie de agresiones a periodistas ocurridos desde noviembre del año pasado en Celendín y en los que ni la Policía ni Defensoría del Pueblo han actuado de oficio, pero que el IPYS ha reportado con detalles.
Alcántara Rojas, antes de rendir sus manifestaciones ante la policía local de Celendín, dijo al IPYS que con las amenazas ha debido dejar de conducir el noticiero pero que éste sigue al aire con otros conductores.
El IPYS exige una vez más a las autoridades de Celendín y Cajamarca que dispongan las garantías necesarias para el libre ejercicio de la labor periodística y que se tomen acciones legales contra quienes están agrediendo sin tregua a los periodistas de la zona.