(FLIP/IFEX) – El 18 de mayo de 2004, varios periodistas y camarógrafos de diferentes medios de comunicación nacionales e internacionales fueron agredidos por algunos miembros de la fuerza pública y por algunos manifestantes en disturbios que se presentaron durante una marcha organizada en contra de las negociaciones al Tratado de Libre Comercio, en Cartagena, ciudad […]
(FLIP/IFEX) – El 18 de mayo de 2004, varios periodistas y camarógrafos de diferentes medios de comunicación nacionales e internacionales fueron agredidos por algunos miembros de la fuerza pública y por algunos manifestantes en disturbios que se presentaron durante una marcha organizada en contra de las negociaciones al Tratado de Libre Comercio, en Cartagena, ciudad al norte del país.
El periodista Aníbal Terán y el fotógrafo Oscar Díaz, del diario «El Universal» de Cartagena, fueron agredidos por los policías antimotines al no acceder a entregarles el material fotográfico que habían obtenido sobre la marcha.
Díaz había tomado fotografías de unos policías que le estaban quitando la mercancía a una vendedora ambulante. Otros miembros de la fuerza pública se le acercaron y le exigieron entregar dichas fotos, mientras lo agredían física y verbalmente. Terán intervino en defensa del fotógrafo, aduciendo su calidad de periodistas. Los policías hicieron caso omiso y le apuntaron y dispararon con una de sus escopetas de balas de goma. Terán quedó con varios moretones en la pierna izquierda y en el abdomen. También fue herido en su brazo derecho.
Wilfred Arias, corresponsal del periódico «El Heraldo» de Barranquilla, también fue agredido por miembros de la policía cuando tomaba algunas fotos de las agresiones que se estaban presentando en contra de los manifestantes. Varios policías intentaron agredirlo físicamente, pero Arias logró escapar. Los policías comenzaron a disparar balas de goma en su contra, lesionándolo en el tobillo derecho.
En diálogo con la FLIP, el comandante de la Policía de Cartagena, Coronel Jesús Antonio Gómez Méndez, señaló que se inició una investigación interna por los excesos de algunos de los miembros de la policía antimotines hacia los periodistas y los manifestantes en las marchas del 18 de mayo.
Por otro lado, Ronald Rodríguez, corresponsal de Noticias RCN, y su camarógrafo Gerardo Solano, fueron agredidos física y verbalmente por manifestantes en otro lugar de la protesta. Solano fue lesionado y su equipo resultó averiado por algunas piedras lanzadas por los manifestantes. Del mismo modo fueron agredidos el periodista Alberto Julio Ordóñez y el camarógrafo Emiro Flerez, del noticiero CM&, a los cuales les averiaron la cámara en un forcejeo después de que el equipo reporteril grabó la destrucción de los paraderos de buses por parte de los manifestantes. Ordóñez fue atacado con una arma corto punzante, que por suerte no logró atravesar su humanidad.
El corresponsal de la agencia internacional de noticias Associated Press (AP), Javier Galeano, que también hacia el cubrimiento de las manifestaciones, fue golpeado por una piedra que le pegó en la cabeza.
Arturo Zea, Defensor Regional del Pueblo en Bolívar, sentó su voz de protesta por las agresiones que sufrió la prensa en Cartagena.