(Periodistas/IFEX) – Dos periodistas y un chofer del diario Clarín fueron agredidos el lunes 16 de agosto 1999 por socios de un club deportivo de la ciudad de Buenos Aires mientras realizaban su trabajo periodístico. El equipo de Clarín (cronista, fotografo y chofer) había ido hasta la sede que el club Gimnasia y Esgrima de […]
(Periodistas/IFEX) – Dos periodistas y un chofer del diario Clarín fueron
agredidos el lunes 16 de agosto 1999 por socios de un club deportivo de la
ciudad de Buenos Aires mientras realizaban su trabajo periodístico. El
equipo de Clarín (cronista, fotografo y chofer) había ido hasta la sede que
el club Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires (GEBA) tiene en Palermo a
verificar como el club había alambrado un predio de propiedad discutida.
Desde hace un tiempo GEBA mantiene una disputa con organizaciones de vecinos
y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires por casi ocho hectáreas.
Actualmente la justicia investiga si los terrenos están ocupados en forma
ilegal.
«Alrededor de las 13 recorríamos la zona junto a dos socios de la Asociacion
Amigos del Lago de Palermo, y en esos momentos pasaron dos hombres de
mediana edad trotando por el lado de afuera del club», relato Gabriela Vigo,
cronista de Clarín. «Cuando estas personas identificaron a los socios de
Amigos del Lago empezaron a gritarles ´buchones, hijos de puta, por culpa de
ustedes nos están robando la casa´». El fotografo Rubén Dubrovsky fotografio
los primeros golpes, y fue entonces cuando uno de los agresores, luego
identificado como Miguel Sellinger, le exigio que parara de sacar fotos y le
diera el rollo. «Estaba exaltado. Me empezo a tirar patadas y trompadas, y
después me tiro un cascote que logré esquivar», relato Dubrovsky.
Al ver que atacaban a su compañero, Vigo se acerco al alambrado para pedir
ayuda a las personas que estaban del otro lado, dentro del club. «Un grupo
se acerco y tiro abajo el alambrado -conto la periodista-. Uno de los postes
de cemento me cayo encima, me golpeo el hombro izquierdo y terminé debajo
del alambre», mientras unas cincuenta personas lo cruzaban para salir y
sumarse al ataque. Cuando el chofer Guillermo Muñoz trato de acercarse al
lugar varios hombres lo arrinconaron contra el auto y lo golpearon. Quince
minutos después llego un patrullero de la comisaría 23a, que debio pedir
tres vehículos de refuerzo.
Sellinger, socio de GEBA, fue el único de los agresores que fue conducido
hasta la comisaría 23a. Cuando a las 20 (hora local), fue liberado miro a
otro fotografo de Clarín y le dijo: «Si seguís sacando fotos te voy a pegar
una trompada». La agresion, cuya denuncia quedo en manos del juez Luis
Schelgel, genero el repudio de distintas organizaciones de prensa y de
funcionarios
comunales.