(FLIP/IFEX) – El 31 de octubre y 1 de noviembre de 2004, varios periodistas de los periódicos «Vanguardia Liberal» y «El Pilón» de Valledupar, ciudad al noroccidente colombiano, vieron obstaculizada su labor de informar. En uno de los hechos, a cuatro periodistas se les prohibió tomar fotografías de un vehículo accidentado. En el otro hecho, […]
(FLIP/IFEX) – El 31 de octubre y 1 de noviembre de 2004, varios periodistas de los periódicos «Vanguardia Liberal» y «El Pilón» de Valledupar, ciudad al noroccidente colombiano, vieron obstaculizada su labor de informar. En uno de los hechos, a cuatro periodistas se les prohibió tomar fotografías de un vehículo accidentado. En el otro hecho, un fotógrafo fue agredido por un grupo de manifestantes. Los manifestantes también retuvieron a un reportero y un fotógrafo durante una hora.
El primer hecho ocurrió el 31 de octubre en horas de la mañana. Los periodistas Irina Zeledón y Raúl López, del periódico «Vanguardia Liberal», y Abdel Martínez y Neptalí Castellar, del diario «El Pilón», habían viajado al municipio de Bosconia, al suroccidente del César, para hacer el cubrimiento del accidente de un bus perteneciente a la compañía de transportes Expreso Brasilia. En ese bus perecieron 8 niños y dos adultos.
Según le manifestaron los cuatro periodistas a la FLIP, cuando llegaron al lugar de los hechos para tomarle fotos al bus accidentado, una persona que dijo ser el gerente de Expreso Brasilia les impidió el ingreso y les dijo, «si ustedes tienen poder, yo también tengo poder allá arriba», haciendo referencia a que tenía contactos con grupos paramilitares, según la interpretación que hicieron los periodistas.
La FLIP contactó a los representantes de Expreso Brasilia. Ellos aclararon que quien habló con los reporteros fue el abogado de la empresa, Guillermo Arévalo. Éste dijo a la FLIP que sí les había solicitado a los periodistas que no entraran porque la policía lo había ordenado, pero aseguró que no les había faltado al respeto a los reporteros, ni que había mencionado amenazarlos con «los de arriba».
En la mañana del 1 de noviembre, Martínez y el fotógrafo Medardo Avendaño, del diario «El Pilón», fueron retenidos durante una hora por unos manifestantes mientras cubrían una protesta al noroccidente de Valledupar. En horas de la tarde, mientras cubría el mismo hecho, el fotógrafo de «Vanguardia Liberal», Adamis Guerra, fue agredido físicamente por los manifestantes. Guerra señaló que llegó al lugar de los hechos a las 3:00 p.m. (hora local) para tomar algunas fotos. Agregó que los manifestantes empezaron a pegarle y que le arrebataron la cámara. El ejército le prestó seguridad para salir de la zona, pero no recuperó su cámara.
En los dos episodios los periodistas buscaban llevarle a la comunidad información sobre lo que acontecía en su región. El no poder hacerlo resulta un atentado contra la libertad de prensa y contra el derecho de la comunidad a ser informados.
Por eso la FLIP también hace un llamado a la opinión pública para que brinde apoyo a esos periodistas que permanentemente informan sobre hechos de gran importancia para la sociedad, y que por ello, juegan un papel esencial dentro de la construcción de una democracia.