(IPYS/IFEX) – El 24 de febrero de 2006, un grupo de efectivos policiales ingresó inesperadamente al local de la emisora Amistad y bajo órdenes de un Capitán Mendoza pidió al operador de sonido Edwin Revilla, el único trabajador que se encontraba en el medio, información detallada sobre los periodistas y los responsables de las transmisiones, […]
(IPYS/IFEX) – El 24 de febrero de 2006, un grupo de efectivos policiales ingresó inesperadamente al local de la emisora Amistad y bajo órdenes de un Capitán Mendoza pidió al operador de sonido Edwin Revilla, el único trabajador que se encontraba en el medio, información detallada sobre los periodistas y los responsables de las transmisiones, además de datos acerca del funcionamiento y licencias de la radio. El hecho, ocurrido en Aucayacu, región Huánuco, al centro del país, fue denunciado por el periodista de la radio Vladimir Angulo. La presencia policial causa extrañeza dado que este tipo de diligencia sólo corresponde al Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC).
Según Angulo, el hecho es una intimidación contra los periodistas de la radio y podría deberse al cuestionamiento de la versión oficial acerca de la muerte del jefe terrorista Héctor Aponte Sinarahua, alias «Clay», abatido por la policía el 19 de febrero. De acuerdo a las versiones recogidas por el periodista, existe malestar en la policía porque la emisora difundió el 20 de febrero las declaraciones de un testigo que aseguró que Aponte no murió en medio de un enfrentamiento, como lo afirmó la versión oficial, sino que fue acribillado sumariamente.
El comisario de Aucayacu, Comandante Róger Rossi Denegri, aseguró a IPYS que su dependencia nunca ordenó ni autorizó tal diligencia policial a la emisora. Señaló que el Capitán Mendoza sí está destacado en la comisaría pero que no daría más detalles sobre el hecho.
Aucayacu pertenece al Alto Huallaga, zona de la selva peruana que, desde hace veinte años, es una de las principales zonas de lucha contra el terrorismo y el narcotráfico en el país.