El 23 de diciembre 1999, efectivos policiales de la delegacion de Aucayacu, en el departamento amazonico de San Martín, decomisaron material fílmico y fotográfico a varios periodistas que cubrieron una explosion ocurrida en la base contrasubversiva de la localidad. Según informacion publicada en el diario «La República», los policías despojaron a los reporteros de sus […]
El 23 de diciembre 1999, efectivos policiales de la delegacion de Aucayacu,
en el departamento amazonico de San Martín, decomisaron material fílmico y fotográfico a varios periodistas que cubrieron una explosion ocurrida en la base contrasubversiva de la localidad.
Según informacion publicada en el diario «La República», los policías despojaron a los reporteros de sus cámaras fotográficas y de vídeo y las devolvieron después de haber sustraído de ellas los rollos y películas. Incluso, los agentes confiscaron material que contenía imágenes obtenidas en el hospital de la zona, a donde fueron trasladados los cinco soldados fallecidos a causa de la explosion y los gravemente heridos.
El periodista Edgard Alegría Vargas denuncio que entre los agresores se encontraba el mayor de la Policía Nacional Fernando Quispe Huamán, jefe de la delegacion de Aucayacu, quien luego de requisar un videocassete del reportero, aclaro que él mismo había ordenado la entrega del material periodístico a las autoridades militares de Aucayacu.
De acuerdo con «La República», la accion policial ha generado suspicacias entre la poblacion de Aucayacu, que interpreta el hecho como un intento de las autoridades castrenses de ocultar lo que
verdaderamente habría ocurrido en la base contrasubversiva.
A través de un comunicado, el Comando Político Militar del Alto Huallaga explico que la explosion se debio a un accidente: cuando se realizaba inventario de municiones, una granada de guerra, manipulada por un efectivo, estallo haciendo explosionar otros pertrechos.