Bladimir Sánchez Espitia venía trabajando con la Asociación de Afectados por el Quimbo desde hace varios meses, cuando hicieron el vídeo sobre el desalojo.
(FLIP/IFEX) – el 24 de febrero de 2012 – La Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) rechaza la amenaza de muerte contra el realizador audiovisual Bladimir Sánchez Espitia, comunicador independiente y activista de la Corporación Comunidad que desarrolla actividades de comunicación para comunidades vulnerables en el municipio de Gigante en Huila. La última amenaza fue recibida el 22 de febrero en horas de la tarde, unos días después de haber colgado el vídeo en Internet.
El 14 de febrero en Gigante, Huila, el Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD) de la policía desalojó un grupo de aproximadamente 30 pescadores, como el resultado de una querella interpuesta por la multinacional española Emgesa. Los pescadores insistían en permanecer a orillas del río Magdalena, en protesta por las obras del proyecto de la represa de El Quimbo. Durante esas protestas la Policía Nacional impidió el acceso libre de los medios de comunicación y líderes de organizaciones de DDHH a la zona. Aún así, el documentalista Sánchez grabó imágenes sobre los hechos donde se evidenciaba una desproporción en la violencia por parte de los efectivos del ESMAD para desalojar a los pescadores de la zona. Al día siguiente el camarógrafo italiano que filmó el vídeo, Bruno Federico, fue detenido injustificadamente por varias horas por miembros de la policía.
Sánchez hace parte de Corporación Comunidad, un colectivo de comunicadores sociales que desarrollan procesos con grupos de poblaciones vulnerables y estrategias de comunicación y recuperación de memoria histórica. Él venía trabajando con la Asociación de Afectados por el Quimbo (Asoquimbo) desde hace varios meses, cuando hicieron el vídeo sobre el desalojo. Sánchez dijo a la FLIP: “Yo acá soy feliz, he elaborado siete productos audiovisuales, los he subido a YouTube, y este ha sido el más impactante por las agresiones de la policía, pero ¿cómo van a desmentir eso? Y ahora me toca irme de acá por las amenazas”.
Luego del impacto en los medios, el 19 de febrero recibió una primera llamada anónima donde lo acusaban de ser guerrillero y le advertían que se cuidara. El 22 de febrero, unas horas después que el realizador diera una entrevista para W Radio junto con el comandante de la Policía del Huila, el coronel Juan Francisco Pelaez, Sánchez recibió una nueva amenaza desde un teléfono desconocido: “Esto es lo que estaba buscando, lo vamos a desaparecer”. Ante las amenazas reiterativas el realizador decidió abandonar la región.
El coronel de la policía, Pelaez, manifestó no conocer sobre las amenazas al realizador y dijo a la FLIP, “Él debe poner las denuncias y una vez se verifique su credibilidad, se le darán las garantías de protección necesarias”.
Gina Piragauta, reportera del diario «La Nación» de Huila y quien dio algunas declaraciones para el vídeo de la polémica, ha manifestado seguimientos sospechosos e intimidaciones. Ella dijo: “Hace unos días vi a dos personas, al parecer de la policía, que me seguían y me tomaban fotografías”. La periodista ha realizado cuatro informes sobre el desalojo en El Quimbo.
La FLIP solicita al Ministerio del Interior y a la Unidad Nacional de Protección implementar las medidas de protección necesarias para garantizar la vida del periodista y a las autoridades judiciales, adelantar la investigación que permita dar con los responsables de estos hechos.
Mira el video de Sánchez, «El vídeo que el gobierno Colombiano no quiere que veamos», abajo: