(SIP/IFEX) – Lo que sigue es un comunicado de prensa de IAPA del 21 de agosto 2000: Miami (21 de agosto del 2000) – Las condiciones en las que trabaja la prensa independiente de Cuba siguen siendo deplorables, pero pese a las presiones en su contra, persisten en informar sobre el acontecer de su país […]
(SIP/IFEX) – Lo que sigue es un comunicado de prensa de IAPA del 21 de agosto 2000:
Miami (21 de agosto del 2000) – Las condiciones en las que trabaja la prensa independiente de Cuba siguen siendo deplorables, pero pese a las presiones en su contra, persisten en informar sobre el acontecer de su país a través de una página de Internet de la Sociedad Interamericana de Prensa a la que no tienen acceso.
En una serie de notas publicadas cada semana en el sitio en la red http://cuba.sipiapa.org, periodistas de la agencia Cuba Press nos mantienen al tanto y sin censura, entre otros temas, sobre los obstáculos que enfrenta la prensa alternativa, el deporte, la vestimenta, los ingresos «extras», el cine, lo que leen los cubanos y el acceso al espacio cibernético.
Según denunciaron en la seccion Panorama semanal, dos presuntos agentes de la Seguridad del Estado que se hicieron pasar por periodistas penetraron el 9 de agosto en un apartamento de La Habana en el que hasta finales de julio radico Cuba Press y del cual se llevaron documentacion, útiles de oficina, libros y revistas, sin que se conozca hasta el momento el paradero de los materiales.
En otro incidente similar, el equipaje de Luis Alberto Rivera Leiva, periodista y director de la independiente Agencia Libre Oriental (APLO) fue requisado y requeridos sus documentos por dos agentes policiales, mientras esperaba para trasladarse a la capital cubana en una terminal de autobuses de la oriental ciudad de Santiago. Rivera Leiva fue el único pasajero registrado.
«Desde La Habana» es otra seccion de la página en la cual se incluyen los artículos de la prensa cubana sobre diversos topicos.
La nota «Saltando al vacío» aborda el caso de la deportista Niurka Montalvo, saltadora de longitud casada con un ibérico y nacionalizada española, quien desea representar a ese país en las proximas olimpiadas de Sydney. Pero su participacion en los juegos está en duda porque el gobierno cubano impugno esta decision ante su contraparte española. En la última década más de 100 atletas han abandonado Cuba.
Los malabarismos a los que recurre el cubano promedio para garantizar la vestimenta son revelados en «Vestir en Cuba es un lujo». Una pareja con un hijo que gana el equivalente a unos 20 dolares al mes decidio ahorrar tres dolares de cada salario «para ver si en el 2001 pueden tener otro look (….) y cambiar la indumentaria actual que tiene más de 10 años de uso».
«La isla sumergida» es un artículo que nos traslada a un mundo menos conocido, donde la dicotomía entre las carencias y el acceso a los productos desaparece gracias a las remesas familiares o a algún «negocio marginal», en el que participan por igual adeptos u opositores al gobierno. «Hay mil y una maneras para buscarse discretamente unos dolares diarios», dijo una entrevistada.
La tradicion cinéfila de los cubanos languidece. La falta de mantenimiento de las viejas estructuras que acogen los cines y la nula construccion de teatros, auguran más cierres en los proximos años. «Pronto aprendimos la leccion: cuando se colgaba un letrero ´Cerrado Por Reformas´ en cualquier cine, se dictaba su sentencia de muerte», comento la autora de Espacios perdidos.
La novela del escritor peruano Mario Vargas Llosa, «La fiesta del chivo», una de las más leídas en los últimos meses en Latinoamérica, llego «por manos amigas» a Cuba. Raúl Rivero, autor de la nota Leer en Cuba, tendrá el ejemplar por 48 horas a finales de septiembre. Se anoto en una lista de espera. «Tengo el número 62», dijo entusiasmado. Pero no todos tienen su suerte.
«Navegar por Internet es pura ciencia-ficcion para la inmensa mayoría de los cubanos», subrayo el redactor de La red para pocos y por dolares, quien narra, a través de la «obsesion» por Internet de un joven trabajador de una imprenta, cuánto cuesta informarse en Cuba. Paga cinco dolares por una hora de tiempo-máquina, unos 60 dolares al mes que equivale a varios meses de trabajo.
«Lo peor no es el dinero invertido -advirtio el cibernauta aficionado– sino constatar que el gobierno bloquea la informacion que no es de su agrado». Un ejemplo de ello es el sitio web de la SIP en el que precisamente se recogen estos artículos. Igual que las páginas de muchos diarios y publicaciones extranjeras son censuradas por considerarlas «propaganda enemiga».