(RSF/IFEX) – Lo que sigue es un comunicado de prensa de RSF: 24 de marzo 1976 – 24 de marzo 2006 Reporteros sin Fronteras rinde homenaje a los 98 periodistas desaparecidos y asesinados durante la dictadura militar El 24 de marzo de 1976, un golpe de Estado instauraba en Argentina la peor dictadura militar (el […]
(RSF/IFEX) – Lo que sigue es un comunicado de prensa de RSF:
24 de marzo 1976 – 24 de marzo 2006
Reporteros sin Fronteras rinde homenaje a los 98 periodistas desaparecidos y asesinados durante la dictadura militar
El 24 de marzo de 1976, un golpe de Estado instauraba en Argentina la peor dictadura militar (el «proceso») jamás conocida en el continente latinoamericano. Cuando el país rememora aquella trágica fecha, Reporteros sin Fronteras quiere rendir homenaje a los periodistas víctimas del «proceso», que finalizó en 1983. El homenaje va también dirigido a los hombres y las mujeres de la prensa asesinados o desaparecidos en los últimos años de la presidencia peronista (1973-1976).
«Entre treinta y cuarenta mil personas pagaron con su vida el precio de aquella horrible represión. Reporteros sin Fronteras saluda la memoria de todos aquellos – políticos, trabajadores sociales, sindicalistas, miembros de asociaciones y ciudadanos – a quienes el régimen militar consideró «subversivos», antes de declararles «desaparecidos». La organización se une igualmente al duelo de la prensa argentina que, entre 1973 y 1980, perdió a noventa y ocho de los suyos. Aunque Argentina es uno de los pocos países de América Latina que ha juzgado a los principales torturadores, son muchos los militares comprometidos en graves violaciones de los derechos humanos que han conseguido escapar a las sentencias, a medida que los gobiernos democráticos iban promulgando sucesivas leyes de indulgencia. Ahora, y a pesar de que se han abolido, está muy lejos de haberse hecho justicia. Y es probable que nunca se haga totalmente. La sociedad argentina puede contar con nuestro apoyo, para que los «desaparecidos de ayer no caigan nunca en el olvido», ha declarado Reporteros sin Fronteras.
El comienzo de la represión no coincide con la toma oficial del poder por los militares. De hecho, data de 1973, año del regreso de Juan Domingo Perón a la presidencia. Auspiciada por su mano derecha, José López Rega, Ministro de «Bienestar Social» y, sobre todo, fundador de la Triple A (Alianza Anticomunista Argentina), se abrió la caza a los «subversivos», en su mayoría opositores de izquierdas. Desde 1973 hasta el golpe de Estado de 1976 asesinaron a ocho periodistas, y entre ellos al uruguayo Zelmar Michelini, parlamentario y colaborador de los diarios La Opinión y Noticias. El 24 de marzo, el general Jorge Rafael Videla depuso a Eva Perón, quien había sucedido a su marido, fallecido el 1 de julio de 1974. En la Casa Rosada (sede de la presidencia argentina), se sucedieron tres juntas militares hasta la derrota de las Malvinas, en 1982, preludio de la restauración de la democracia, un año más tarde.
Durante el «proceso», lo esencial de la prensa se pasó a la clandestinidad. Además, los militares en el poder prohibieron «El principito» de Saint-Exupéry, los Beatles, las matemáticas modernas, los filósofos griegos, y llegaron incluso a intentar proscribir el tango. Los opositores «desaparecieron» secuestrados, torturados y después arrojados desde un avión, dormidos pero vivos, al estuario del Río de la Plata.
Ochenta y tres periodistas corrieron esa suerte, y otros quince fueron asesinados. Entre ellos es escritor Rodolfo Jorge Walsh, co-fundador, con Gabriel García Márquez y Jorge Massetti, de la agencia Prensa Latina, desaparecido el 25 de marzo de 1977. El 7 de marzo de 2006, el juez argentino Sergio Torres solicitó el regreso al país de uno de los presuntos asesinos, el antiguo policía federal Juan Carlos Fotea, inculpado en 1998 por el juez Baltasar Garzón, en España, de «genocidio», «terrorismo» y «tortura». Esa demanda de extradición de momento no ha obtenido respuesta. Otras diez personas, y entre ellas el ex capitán de fragata Alfredo Astíz, están incursos en diligencias por su presunta participación en el asesinato del periodista.
Las leyes de «punto final» (1986) y de «obediencia debida» (1987), que exculpaban a los militares, promulgadas durante la presidencia de Raúl Alfonsín (1983-1989), fueron anuladas por el Congreso en 2003, y después por el Tribunal Supremo en 2005. El gobierno de Néstor Kirchner espera ahora conseguir abolir las amnistías decretadas bajo el mandato de Carlos Menem (1989-1999). Según informaciones recogidas por Reporteros sin Fronteras, la reapertura de los casos afectaría a cerca de 400 militares, de los cuales al menos 50 se encuentran todavía en activo.
Para leer la lista de periodistas desaparecidos y asesinados, ver: http://www.rsf.org/article.php3?id_article=16841