(FLIP/IFEX) – El martes 15 de octubre de 2002, un grupo de periodistas de «El Colombiano», el periodico de mayor circulacion en Medellín, fue víctima de una retencion forzada, por hombres que se identificaron como integrantes del Bloque Cacique Nutibara, de las Autodefensas Campesinas de Cordoba y Urabá (ACCU). El hecho ocurrio en la parte […]
(FLIP/IFEX) – El martes 15 de octubre de 2002, un grupo de periodistas de «El Colombiano», el
periodico de mayor circulacion en Medellín, fue víctima de una retencion forzada, por hombres que se identificaron como integrantes del Bloque Cacique Nutibara, de las Autodefensas Campesinas de Cordoba y Urabá (ACCU).
El hecho ocurrio en la parte alta del corregimiento San Cristobal, una zona semirural ubicada al occidente de Medellín. El equipo periodístico integrado por Leon Jairo Saldarriaga Lopez, el reportero gráfico Donaldo Zuluaga Vellilla y el conductor Sergio Tabares, llego a un sitio conocido como La Asomadera, donde entrevistarían a una líder comunitaria, dentro de una serie periodística que busca resaltar la labor de lideres sociales en sectores populares.
A las diez de la mañana (hora local), un grupo de las ACCU abordo a los periodistas, los requiso, les increpo por su presencia en el lugar, los obligo a entregar las llaves del vehículo, los celulares y los documentos de identidad. Luego les ordeno que se trasladaran a una zona despoblada, en una parte más alta y escondida.
Una vez allí, los miembros de las ACCU rechazaron las explicaciones de los comunicadores, quienes de forma reiterada dijeron que estaban en una mision periodística. Los de ACCU creían que los retenidos eran miembros de la Fiscalía encubiertos como periodistas.
Después de una hora fueron llevados a un sitio más alejado y solo. Allí esperaron dos horas más, mientras que los agresores continuaban con sus consultas internas. Durante ese tiempo los comunicadores oían el diálogo por los radioteléfonos en donde los confundían con miembros de la Fiscalía. Ante la situacion, Zuluaga les planteo que «averigüen bien quiénes somos, para que no vayan a cometer un error».
Antes de cumplirse la cuarta hora del cautiverio, llevaron a los periodistas a un pequeño negocio, cercano al sitio de la retencion inicial. Allí les comunicaron que habían confirmado que en realidad eran periodistas de «El Colombiano», revisando ediciones pasadas del periodico en donde aparecían sus nombres.
«La última afirmacion del comandante del grupo es que nos habíamos salvado porque habían dado la orden de matarnos si éramos miembros de la Fiscalía, es decir, nos iban a matar por simple sospecha», le dijeron a la FLIP los periodistas.
Tras devolverle a los periodistas el vehículo, los equipos y los documentos, las autodefensas los dejaron salir y les advirtieron que «la proxima vez que ingresaran a la zona tenían que pedir permiso».
Esta retencion ilegal ocurrio un día después de que un grupo de periodistas fuera atacado con disparos en la Comuna 13, al occidente de Medellín (ver la alerta de IFEX del 16 de octubre de 2002). Así, en menos de dos días, ocho periodistas de esa ciudad fueron víctimas de ataques durante el ejercicio de su profesion.
La FLIP señalo que es necesario que las autoridades tomen todas las medidas de proteccion que permitan a los periodistas movilizarse en medio de un conflicto que se ha trasladado a las ciudades.
Recommended Action
Remitir apelaciones al Comandante de la Policía de Antioquia:
– exigiéndole y a la policía que se garantice la labor de los periodistas en Medellín y sus alrededores
Appeals To
Comandante de la Policía de Antioquia
Coronel Pedro Antonio Molano
Tel: +574 257 6686
Fax: +574 257 8102
Correo-e: coman.deant@policia.gov.co
Favor de mandar copias de sus apelaciones al originador donde sea posible.