Este artículo fue publicado originalmente en pen-international.org el 3 de julio de 2015. La persecución criminal del novelista, poeta, y catedrático argentino Pablo Katchadjian es una reacción desmedida ante un experimento literario, afirmaron hoy PEN International y PEN Argentina. PEN hace un llamado para que se retiren los cargos en su contra. Katchadjian se enfrenta […]
Este artículo fue publicado originalmente en pen-international.org el 3 de julio de 2015.
La persecución criminal del novelista, poeta, y catedrático argentino Pablo Katchadjian es una reacción desmedida ante un experimento literario, afirmaron hoy PEN International y PEN Argentina. PEN hace un llamado para que se retiren los cargos en su contra.
Katchadjian se enfrenta a persecución y está acusado de cometer un delito contra la propiedad intelectual en base al libro que publicó en 2009, titulado El Aleph Engordado. La demanda penal fue iniciada por María Kodama, viuda del autor argentino Jorge Luis Borges y albacea de su obra literaria. Los bienes de Katchadjian han sido embargados y el autor se enfrenta a seis años de prisión si se le declara culpable.
“¿Se puede encarcelar a un escritor y embargar sus bienes simplemente porque fue parte de un experimento literario, cuando es evidente que la clave del asunto no es el fraude o el plagio, y que no se ha hecho ningún intento de generar beneficios ilícitos?”, dijo Carlos Gamerro, vicepresidente de PEN Argentina.
“Esta no es una cuestión de protección de derechos de la propiedad intelectual. Más bien, el simple hecho de que se le amenace con represalias puede llegar a causar la auto-censura de cualquier mente creativa. Aunque el caso no tiene una motivación política, le sirve de apoyo a los censores alrededor del mundo.”
“PEN Argentina se manifiesta en contra de la persecución criminal contra Pablo Katchadjian por la publicación de su libro El Aleph Engordado, y hace un llamado a que las autoridades argentinas y de otros países revisen sus leyes de propiedad intelectual, las cuales son a menudo obsoletas.”
El Aleph Engordado fue publicado en 2009 por Imprenta Argentina de Poesía, una pequeña casa editorial independiente que publicó 200 copias de libro, la mayoría de las cuales supuestamente se distribuyeron entre amigos. En un epílogo de El Aleph Engordado fechado el 1 de noviembre de 2008, Katchadjian deja claro que el texto que precede a su nota es una expansión de El Aleph de Borges.
Según Katchadjian, la edición se agotó mucho antes de que la querella fuera formulada, y nunca consideró una segunda edición. Asimismo, nunca se publicó una edición digital del libro. Por tanto, no hubo ninguna intención por su parte de presentar la obra de Borges como si fuera la suya propia, ni de obtener beneficios económicos.
Aunque la demanda contra Katchadjian fue inicialmente desestimada, Kodama llevó el caso ante una corte superior, que ordenó la revisión del caso. El 18 de junio de 2015, Katchadjian fue oficialmente acusado de un delito contra la propiedad intelectual por el mismo juez que inicialmente desestimó el caso. El tribunal de apelación embargó sus bienes, imponiendo un embargo de 80,000 pesos argentinos (aproximadamente US$8,800). El abogado de Katchadjian ha apelado la decisión.
Casi 3,000 escritores, intelectuales, y otros simpatizantes argentinos y de otros países han firmado una carta abierta en la cual expresan su protesta en contra de la persecución a la que se enfrenta Katchadjian. Entre ellos se encuentran César Aira y Carlos Gamerro. Una manifestación pública se celebrará esta noche (3 de julio de 2015) en la Biblioteca Nacional de Buenos Aires, la cual fue dirigida por Borges entre 1955 y 1973.
El 8 de julio de 2015, PEN Argentina y la Universidad de Tres de Febrero (UNTREF), celebrarán un debate público sobre el caso Katchadjian, titulado “Intertextualidad, parodia, y propiedad intelectual”. El debate tendrá lugar en el Centro Cultural Borges de Buenos Aires, y entre los participantes estarán la presidenta de PEN Argentina Luisa Valenzuela y Carlos Gamerro.