(RSF/IFEX) – El 18 de diciembre de 2003, por la noche, los servicios de seguridad cerraron las oficinas del canal Al-Jazira en Jartún, y detuvieron durante tres horas a Islam Salih, director local de la oficina del canal qatarí. «Pedimos a los servicios de seguridad que autoricen la reapertura inmediata de la oficina de Al-Jazira […]
(RSF/IFEX) – El 18 de diciembre de 2003, por la noche, los servicios de seguridad cerraron las oficinas del canal Al-Jazira en Jartún, y detuvieron durante tres horas a Islam Salih, director local de la oficina del canal qatarí.
«Pedimos a los servicios de seguridad que autoricen la reapertura inmediata de la oficina de Al-Jazira en Jartún y levanten la censura que pesa sobre el canal, impidiéndole difundir informaciones sobre Sudán», ha manifestado Robert Ménard, secretario general de RSF.
Las fuerzas de seguridad acusaron al canal de «difusión de informaciones falsas» y cerraron sus locales. Los reportajes incriminatorios fueron un informe sobre de las víctimas de la tuberculosis en las minas de Sudán, una entrevista con opositores políticos y un reportaje en la provincia de Darfour.
La víspera, los servicios de seguridad entraron en los locales de Al-Jazira, sin orden de registro, y embargaron el material de transmisión y tres cámaras, con el pretexto de que no se habían pagado derechos de aduanas por el material.
De hecho, el motivo del embargo se debe a cuestiones políticas. El tratamiento que hace Al-Jazira de la actualidad sudanesa no les gusta a las fuerzas de seguridad que, pocos días antes, amenazaron al canal con una intervención en sus locales si no cambiaba rápidamente la línea editorial, especialmente en el tratamiento de la cuestión de la guerra civil en el sur de Sudán.