(RSF/IFEX) – El 10 de marzo de 2004, el Tribunal de Gran Instancia de París condenó a RSF a pagar 6,000 euros (aproximadamente 7,400 USD) a Diane Díaz López, heredera del fotógrafo cubano Korda, por no haber respetado los términos de la disposición del 9 de julio de 2003 que prohibía a la asociación utilizar […]
(RSF/IFEX) – El 10 de marzo de 2004, el Tribunal de Gran Instancia de París condenó a RSF a pagar 6,000 euros (aproximadamente 7,400 USD) a Diane Díaz López, heredera del fotógrafo cubano Korda, por no haber respetado los términos de la disposición del 9 de julio de 2003 que prohibía a la asociación utilizar el célebre retrato del «Che con boina de estrella».
«Mientras que la señora Díaz López exigía una suma superior a un millón de euros, nosotros consideramos que la decisión es razonable y que devuelve la infracción a su justa dimensión», ha manifestado, aliviado, Robert Ménard, secretario general de RSF. «Las demandas de la señora Díaz López no tenían otro objetivo que ahogar a nuestra organización, y el juez no le ha hecho caso», ha explicado Ménard.
Según los considerandos de la sentencia «el exceso de las pretensiones presentadas por la demandante, [Díaz López], manifiestamente no guardaba proporción con los hechos constatados».
RSF recuerda que las autoridades cubanas han multiplicado las actuaciones hostiles en su contra desde la oleada de detenciones que afectó a 75 disidentes en marzo de 2003: violencia contra militantes durante una manifestación ante la embajada en París en abril, campaña injuriosa en la prensa oficial cubana, petición de suspensión del estatuto consultivo de RSF en Naciones Unidas, etc.
Un largo episodio judicial
El Tribunal de Gran Instancia de París tenía que decidir si RSF había respetado los términos de la disposición del 9 de julio, prohibiéndole utilizar el retrato del Che realizado por Korda, y fijar la cantidad que la organización debería pagar a Díaz López.
En junio, RSF utilizó la fotografía de Korda del «Che con boina de estrella» para realizar una campaña, denunciando los atentados a la libertad de prensa en Cuba. El visual representaba el célebre cartel de Mayo del 68, que muestra a un policía blandiendo una porra y con un escudo en la otra mano. El rostro del policía se sustituyó por el de Ernesto «Che» Guevara, dibujado a partir de la fotografía de Korda. La leyenda de la campaña, que tenía que difundirse del 8 al 22 de julio, era: «Bienvenido a Cuba, la mayor cárcel del mundo para los periodistas».
El 3 de julio, Díaz López, hija y heredera del fotógrafo, residente en La Habana, emplazó a RSF para prohibirle la utilización del retrato. El 9 de julio, el Tribunal de Gran Instancia de París, resolviendo de urgencia, prohibió a RSF «reproducir o difundir [el visual en litigio] en ninguna forma», y ordenó «la supresión y retirada de todos los productos ya existentes». El juez fijó una cantidad de 200 euros (aproximadamente 245 USD) de multa por infracción constatada.
RSF retiró inmediatamente los visuales de su página Web, y anuló y paró cualquier difusión de los soportes de la campaña; a saber, 1,100 carteles y 5,000 tarjetas postales. Igualmente, la organización difundió un comunicado de prensa para informar de la prohibición a la opinión pública.
El nuevo recurso presentado por la señora Díaz López se basa en la difusión, el 1 de octubre, de una entrevista de Ménard en el programa «Primera sesión», del canal de televisión LCI. La entrevista, efectuada en los locales de RSF, trataba sobre el estreno de la película «Verónica Guenin». En segundo plano, podía verse un cartel de la campaña cubana, colgado en la oficina del secretario general de la organización.
El 12 de diciembre, tras esa difusión, un ordenanza judicial acudió a los locales de RSF para constatar si la organización todavía poseía visuales de la campaña. La disposición del 9 de julio pidió «la supresión y retirada» de los visuales, no su destrucción. El ordenanza encontró un stock de tarjetas y carteles de la campaña, incompleto porque se había tirado un cierto número de ellos. El abogado de Díaz López dedujo de ello la mala fe de la organización, considerando que no solamente había conservado los visuales de la campaña, sino que además había continuado con la difusión. La heredera reclamó a RSF la suma de 1,142,000 euros (aproximadamente 1.4 million USD), en concepto de liquidación de multa porque, según ella, ignoró los términos de la disposición.
Una campaña para denunciar un régimen totalitario
La campaña de visualización de RSF iba destinada a sensibilizar a los cerca de 120,000 franceses que, atraídos por el sol, las playas y el mito de la Revolución de los «Barbudos», eligen Cuba como destino de vacaciones. Mediante ese cartel se trataba de recordar que, tras la ideología de la Revolución cubana, que todavía hace soñar a muchos turistas, en realidad se esconde un régimen totalitario que utiliza el icono del «Che» para intentar legitimar la represión. El cartel mostraba también como un mito, que hizo soñar a toda una generación en los años 60, se ha transformado en lo que esa misma generación aborrecía: un régimen policial.
El 18 de marzo de 2003, el gobierno cubano lanzó una redada contra la disidencia en todo el país. Después, 75 disidentes fueron juzgados y condenados a penas que llegan hasta veintiocho años de cárcel, acusados de «atentar a la integridad y la soberanía del Estado» o a su «independencia». Entre ellos, veintisiete periodistas independientes que se sumaron a los cuatro colegas, que ya estaban detenidos. Cuba se convirtió así en la mayor cárcel del mundo para los periodistas (ver las alertas de IFEX del 19 y 11 de diciembre, 13 de noviembre, 31 de octubre, 4 y 3 de septiembre, 26, 13 y 8 de agosto, 18 de julio, 6 de junio y 27 de mayo de 2003 y otras).
Las sanciones contra esos periodistas que contestan el monopolio informativo del Estado no terminaron con sus condenas. Traslados a prisiones situadas a varios cientos de kilómetros de sus domicilios, restricción del derecho de visita a sus familias y malas condiciones de detención se suman a las graves condenas que se les impusieron.