(RSF/IFEX) – RSF está indignada por las deplorables condiciones en que se encuentran la mayoría de los periodistas independientes detenidos durante la oleada de represión sin precedente que las autoridades cubanas lanzaron en marzo de 2003. Según algunas informaciones publicadas en los sitios http://cubanet.org y http://nuevaprensa.org, y confirmadas por las esposas de varios de los […]
(RSF/IFEX) – RSF está indignada por las deplorables condiciones en que se encuentran la mayoría de los periodistas independientes detenidos durante la oleada de represión sin precedente que las autoridades cubanas lanzaron en marzo de 2003.
Según algunas informaciones publicadas en los sitios http://cubanet.org y http://nuevaprensa.org, y confirmadas por las esposas de varios de los periodistas encarcelados, Normando Hernández (agencia CPIC) y Alfredo Pulido López (agencia El Mayor), están detenidos en celdas aisladas. El periodista y poeta Raúl Rivero se encuentra confinado en una celda de tres metros cuadrados mantenida en la oscuridad, mientras que en la de Julio César Gálvez Rodríguez (periodista independiente), hay una bombilla encendida ininterrumpidamente. Este último, así como los periodistas Mario Enrique Mayo (agencia Félix Varela) y Adolfo Fernández Sainz (agencia Patria), comparten sus celdas con presos comunes. Igualmente se encuentran en pésimas condiciones de higiene Omar Rodríguez Saludes (agencia Nueva Prensa) y Ricardo González (director de la revista «De Cuba» y corresponsal de RSF en Cuba), cuyas celdas están infectadas de ratas. Ricardo González espera su traslado a un bloque en el que compartirá la detención con presos comunes. La frágil salud de Oscar Espinosa Chepe (periodista independiente), afectado de hepatitis crónica, hipertensión arterial e insuficiencia hepática, se está deteriorando por falta de los tratamientos adecuados.
La mayoría de los periodistas detenidos no están autorizados a recibir la visita de sus familiares más que una vez al trimestre y, en los mejores casos, cada veintiún días. Las autoridades amenazan incluso a las esposas de algunos periodistas con suspender las visitas. Según Blanca Reyes, esposa de Rivero, estas restricciones forman parte de una estrategia de las autoridades para aislar a los opositores, trasladándoles a cárceles de las provincias que, en ocasiones, están situadas a más de 900 km. de la capital.
El 18 de marzo fueron detenidos cerca de ochenta disidentes, entre ellos veintiséis periodistas independientes. Acusados de haber actuado «contra la independencia y la integridad territorial del Estado» en colaboración con la Sección de Intereses Norteamericanos, la representación oficial de Estados Unidos en La Habana, los disidentes han sido condenados a penas de entre 6 y 27 años de cárcel.