"Todo parece indicar que se trata de un ataque planificado y coordinado, con el objetivo de desestabilizar el trabajo de los medios de ámbito nacional y de sembrar miedo en las redacciones, de forma generalizada. Este acto intensifica el clima de inseguridad y autocensura que es cada vez más parte del día a día de los periodistas del país."
Este artículo fue publicado originalmente en rsf.org el 22 de marzo de 2023.
Cinco periodistas de cadenas de radio y televisión privadas han sido objeto de ataques, mediante el envío por correo de artefactos explosivos colocados en dispositivos USB. Reporteros Sin Fronteras (RSF) denuncia una campaña de intimidación hacia los periodistas y pide a las autoridades ecuatorianas que adopten todas las medidas a su alcance para identificar a los responsables de estos actos.
Lenín Artieda, presentador de la cadena de televisión Ecuavisa en Guayaquil, acababa de regresar de su baja de paternidad y se dispuso a abrir su correspondencia. Uno de los sobres contenía un misterioso dispositivo USB. Cuando lo conectó a su computadora, se produjo una leve explosión, que le causó heridas superficiales en la mano y en la cara. Cuatro envíos similares han sido dirigidos a periodistas de las cadenas TC Televisión en Guayaquil, y Teleamazonas y la emisora de radio EXA, ubicadas en Quito. Estos medios de ámbito nacional comparten una línea editorial más bien favorable al gobierno conservador de Guillermo Lasso.
“Todo parece indicar que se trata de un ataque planificado y coordinado, con el objetivo de desestabilizar el trabajo de los medios de ámbito nacional y de sembrar miedo en las redacciones, de forma generalizada”, asegura Artur Romeu, director de la Oficina de RSF para América Latina. “Este acto intensifica el clima de inseguridad y autocensura que es cada vez más parte del día a día de los periodistas del país. RSF pide a las autoridades ecuatorianas que pongan en marcha una investigación en profundidad para esclarecer este ataque dirigido contra periodistas”, añade.
Según el jefe de Criminalística de la Policía Nacional, Xavier Chango, la sustancia hallada en los cinco pendrives es RDX, un explosivo de tipo militar, también utilizado en la industria minera. Los cinco sobres fueron expedidos desde la localidad de Quimsaloma, situada a medio camino entre Quito y Guayaquil. La policía está tratando de localizar al remitente, que dejó un nombre y un número de teléfono en la empresa de transportes.
Mientras, los periodistas atacados siguen trabajando “con normalidad”, según manifiesta Miguel Rivadeneira, periodista de la emisora EXA en Quito, si bien matiza: “no tengo ninguna protección específica, pero tomo algunas precauciones. Por ejemplo, cambio regularmente de itinerario para acudir a la redacción”.
Estas precauciones confirman el deterioro global de las condiciones de trabajo de los periodistas en Ecuador, especialmente en las zonas portuarias como Guayaquil, epicentro de la violencia creciente en el país, como consecuencia del auge de los cárteles de la droga. En octubre de 2022, dos individuos en moto abrieron fuego y lanzaron una ráfaga de tiros delante de la entrada de la cadena de televisión RTS, en Guayaquil. En 2020, también en Guayaquil, un cartucho de dinamita explotó junto a las instalaciones del canal Teleamazonas.