(SIP/IFEX) – Lo que sigue es un comunicado de prensa de la SIP, con fecha del 11 de junio de 2003: Satisfacción de la SIP por respaldo de la OEA a la libertad de prensa en reciente declaración Miami (11de junio del 2003) – La Sociedad Interamericana de Prensa manifestó su satisfacción por los alcances […]
(SIP/IFEX) – Lo que sigue es un comunicado de prensa de la SIP, con fecha del 11 de junio de 2003:
Satisfacción de la SIP por respaldo de la OEA a la libertad de prensa en reciente declaración
Miami (11de junio del 2003) – La Sociedad Interamericana de Prensa manifestó su satisfacción por los alcances en materia de libertad de prensa y de expresión, logrados durante la Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (OEA) celebrada esta semana en Santiago, Chile.
Una delegación internacional de la SIP, presidida por el ex presidente de la institución, Jorge Fascetto, se destacó en Chile con el propósito primordial de denunciar ante los estados participantes las violaciones a la libertad de prensa, particularmente en Cuba y Venezuela. Al mismo tiempo, la misión de la SIP abogó para que la declaración intergubernamental no contenga elementos que pudieran coartar el papel de los periodistas y los medios de comunicación en la sociedad moderna.
La SIP se mostró satisfecha con el considerando de la «Declaración de Santiago sobre Democracia y Confianza Ciudadana: un nuevo compromiso de gobernabilidad para las Américas» que sobre libertad de prensa establece: «Reconociendo que la democracia se fortalece con el pleno respeto a la libertad de expresión, al acceso a la información y a la libre difusión de las ideas, y que todos los sectores de la sociedad, incluyendo los medios de comunicación a través de la información plural que difunden a la ciudadanía, pueden contribuir a un ambiente de tolerancia de todas las opiniones, propiciar una cultura de paz, y fortalecer la gobernabilidad democrática».
La posición de la SIP sobre Venezuela y Cuba fue puesta de manifiesto durante una multitudinaria conferencia de prensa realizada el lunes pasado en Santiago, en la que incluso varios periodistas venezolanos cuestionaron a la SIP por sostener que en Venezuela no existe libertad de prensa.
Asimismo, los delegados de la institución mantuvieron entrevistas y reuniones con los cancilleres Rafael Bielsa de Argentina, Alberto Tovar de Costa Rica, Carolina Barco de Colombia, Guillermo Pérez de Honduras, María Brizuela de El Salvador, Alan Wagner de Perú, Didier Opertti de Uruguay y Frank Guerrero de República Dominicana; los vicecancilleres Miguel Haekim de México, Cristian Barrios de Chile y Roger Noriega, embajador permanente de Estados Unidos ante la OEA.
Además de Fascetto, Diario Popular, Buenos Aires, Argentina; la delegación de la SIP estuvo integrada por Luis F. Etchevehere, El Diario, Paraná, Argentina; Bartolomé Mitre, La Nación, Buenos Aires, Argentina; Julio Muñoz, director ejecutivo de la SIP y varios delegados de Chile.
A continuación reproducimos el texto de la SIP difundido durante la conferencia de prensa del 9 de junio en Santiago, Chile:
«La Sociedad Interamericana de Prensa, organización que agrupa a más de 1.300 publicaciones escritas del Hemisferio Occidental y cuyo objetivo es la promoción y defensa de la libertad de prensa, confía de las discusiones de esta XXXIII Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (OEA) que se realiza en Santiago, Chile, deriven en un compromiso formal de parte de los gobiernos del continente sobre libertad de expresión y de prensa como valores fundamentales para alcanzar la paz y el desarrollo.
La OEA ha dado muestras cabales sobre el compromiso con la libertad de prensa y de expresión. La Declaración de Principios sobre Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos del 2001 recoge el espíritu que sobre estos derechos y garantías debe primar en toda sociedad. La preocupación por la violencia y el asesinato contra periodistas también ha sido considerada en una resolución de la Asamblea General de la OEA en junio de 1998, denominada «Atentados contra el ejercicio de la libertad de prensa y crímenes contra periodistas».
Sin embargo, la SIP, como organización dedicada a la defensa y promoción de la libertad de prensa, no puede dejar de señalar que existen numerosas violaciones a la libertad de prensa en varios países que opacan los valores democráticos a los que los estados del continente se han comprometido con la Carta Democrática Interamericana.
El encarcelamiento en Cuba de 28 periodistas independientes tras «juicios sumarísimos» en los que no se ha respetado ningún tipo de garantías procesal, los asesinatos contra periodistas en numerosos países, las presiones económicas, legales y judiciales contra periodistas y medios de comunicación son un recordatorio de que se está aún lejos del disfrute de la libertad de prensa en el continente americano.
No obstante todas las violaciones a la libertad de prensa, la SIP quiere poner hoy especial énfasis sobre su preocupación ante la situación de falta de libertad de prensa en Venezuela, debido a acciones legales, judiciales y ejecutivas.
La SIP confía en que el reciente acuerdo electoral entre el gobierno y la oposición venezolanos alcanzado con la mediación del secretario general de la OEA, César Gaviria, conlleve a erradicar del debate en la Asamblea Nacional de ese país la discusión sobre el proyecto de Ley Sobre la Responsabilidad Social en Radio y Televisión o Ley de Contenidos, ya que sus articulados son contradictorios con el punto 14 del acuerdo en el que se establece que «estamos comprometidos con la libertad de expresión, tal como está consagrada en nuestras normas constitucionales y legales; así como en la Convención Interamericana de Derechos Humanos y en la Carta Democrática Interamericana».
Este proyecto de Ley de Contenidos cobra vital importancia porque de aprobarse permitirá al Estado extralimitarse en sus funciones, ya que más allá de bregar por cuestiones meramente técnicas sobre la función de la radiotelevisión, se entromete directamente en la política editorial de los medios de comunicación afectando directamente la independencia y pluralidad, pilares básicos en los que se fundamenta la libertad de prensa.
A la luz de ese compromiso entre el gobierno y la oposición, la SIP también anhela que se descarten otros proyectos como el de la Ley Orgánica de Participación Ciudadana, que contempla la creación de un Consejo de Vigilancia de los Medios de Comunicación Social, integrado por personas de las comunidades, barrios o parroquias, encargadas de velar por la veracidad e imparcialidad de las informaciones difundidas.
En este contexto, también la SIP desea resaltar que la propaganda gubernamental contra periodistas y medios de comunicación busca confundir sobre el papel que a estos le cabe ante la opinión pública, tratando de imponer sanciones o buscando la creación de códigos de conducta. Ante ello, la SIP recuerda el texto de la Declaración de Chapultepec en el que se establece que «la observancia de los valores éticos y profesionales no deben ser impuestos. Son responsabilidad exclusiva de periodistas y medios. En una sociedad libre la opinión pública premia o castiga».
En general, la tensa situación en la que los medios de comunicación y los periodistas deben desempeñar su labor informativa al enfrentar agresiones físicas, imposiciones fiscales, fallos judiciales, medidas administrativas y económicas, como el control de divisas que en este caso afecta la importación de papel periódico y otros insumos para la industria periodística, nos ha llevado a concluir que en Venezuela no existe libertad de prensa.
La SIP ha venido insistiendo en los últimos años, y así lo ratificó en una resolución aprobada en marzo pasado durante una reunión de la organización en El Salvador, en la necesidad de restituir el respeto a la libertad de expresión en Venezuela. En aquella reunión la SIP hizo un llamado a la OEA para que exhortara a todos los miembros a demandar que los gobiernos de sus países condenaran en la OEA la agresión contra los medios informativos de Venezuela, exigiendo que el gobierno restituya el respeto a la libertad de expresión como un requisito para recuperar su legitimidad democrática, petición que reiteramos en esta ocasión al prestigioso organismo interamericano».