(AMARC/IFEX) – AMARC expresa su profundo rechazo frente al cierre de la radio comunitaria Nandía, obligado por agresiones de simpatizantes del Partido Revolucionario Institucional (PRI) vinculadas con las autoridades del Bachillerato del municipio de la comunidad de Mazatlán de Villa de Flores, en el Estado de Oaxaca, y el hostigamiento contra la emisora Radio Calenda, […]
(AMARC/IFEX) – AMARC expresa su profundo rechazo frente al cierre de la radio comunitaria Nandía, obligado por agresiones de simpatizantes del Partido Revolucionario Institucional (PRI) vinculadas con las autoridades del Bachillerato del municipio de la comunidad de Mazatlán de Villa de Flores, en el Estado de Oaxaca, y el hostigamiento contra la emisora Radio Calenda, ubicada en la comunidad de San Antonino, cerca de la ciudad de Oaxaca, y que realiza el presidente municipal de la entidad.
El 24 de agosto de 2006, vecinos aliados a grupos de poder que actúan dentro del bachillerato de Mazatlán, lugar donde se ubica Radio Nandía, de manera violenta y con insultos agredieron a integrantes de la emisora comunitaria.
Ese mismo día, el servicio eléctrico fue cortado por estas personas. Al acudir a averiguar lo que pasaba, los miembros de Radio Nandía fueron amenazados, teniendo que retirarse. Al día siguiente, personal técnico de la radio acudió a las instalaciones, pero no les fue posible ingresar debido a que el cerrojo de la puerta había sido dañado.
Dos días después, el 26 de agosto, integrantes de la emisora intentaron ingresar a las instalaciones pero no les fue posible debido a que las mismas personas, con armas en mano y amenazando con disparar impidieron su entrada.
Por todo esto, Radio Nandía ha tenido que suspender sus transmisiones.
Los miembros de la emisora intentaron interponer la denuncia ante las oficinas del Ministerio Público de Mazatlán de Villa de Flores, pero se encontraban cerradas, por lo que el 27 de agosto debieron trasladarse a la Ciudad de Tuxtepec, Oaxaca, para lograrlo.
En el caso de la radio comunitaria Calenda, ubicada en la comunidad de San Antonino, cerca de la Ciudad de Oaxaca, AMARC ha recibido información que sus los integrantes de la emisora son hostigados por parte del presidente municipal de la entidad, quien a través de una emisora en la comunidad de Ocotlan ha declarado que varias personas de Radio Calenda tienen abiertas averiguaciones previas en su contra. Los miembros de Radio Calenda han acudido al Ministerio Público de la entidad para solicitar información al respecto, sin embargo no se les ha proporcionado.
Ante la inoperancia de las instituciones estatales de Oaxaca, que en el presente contexto se encuentran incapaces de frenar el hostigamiento contra estas radios comunitarias, AMARC ha realizado ante la Secretaría de Gobernación las siguientes peticiones:
1) Que lleve a cabo todas las acciones necesarias para frenar el hostigamiento y lograr que la Radio Nandía reanude las transmisiones inmediatamente;
2) Que ratifique ante la Procuraduría General de la República la denuncia interpuesta por los integrantes de la Radio Nandía;
3) Que, conforme a sus atribuciones, garantice el libre ejercicio de la labor informativa de Radio Calenda, sin que su personal o sus instalaciones sean objeto de ninguna clase de presión por parte de las autoridades municipales o de cualquier otro nivel de gobierno.
Las solicitudes anteriores son motivados en que los hechos relatados resultan violatorios de garantías jurídicas establecidas en la Constitución y en tratados internacionales, así como del derecho al ejercicio de la libertad de expresión establecido en el artículo 6 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el artículo 13 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, y el artículo 19 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, de los cuales México es parte.
Ambas emisoras operan después de un largo proceso de construcción y negociación para la obtención de sus respectivos permisos en el ejercicio de su derecho a la libertad de expresión e información, y cuentan con un amplio reconocimiento por el servicio publico que prestan, por lo que es de suma importancia que se impidan los ataques de grupos intransigentes o su afectación por la inacción de las autoridades para frenarlos y prevenir nuevas violaciones.