La SIP expresó preocupación ante campañas de estigmatización contra periodistas en Colombia y Estados Unidos que limitan la libertad de prensa y debilitan la discusión pública en democracia.
Este artículo fue publicado originalmente en sipiapa.org el 22 de mayo de 2019.
En un continente en el que han perdido la vida siete reporteros en los primeros meses de este año, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) expresó preocupación ante campañas de estigmatización contra periodistas en Colombia y Estados Unidos que limitan la libertad de prensa, debilitan la discusión pública en democracia y aumentan los riesgos de vida de los periodistas.
Esta semana el periodista Nicholas Casey, corresponsal en Colombia del The New York Times, abandonó el país por «acusaciones falsas» que atentan contra su seguridad, luego que la senadora colombiana María Fernanda Cabal, del partido de gobierno, tuiteó dos fotos del reportero y un texto que cuestionaba cuánto le habrían pagado las Farc por publicar un reportaje favorable y otro contra el Ejército. La foto donde aparece el reportero en una moto resultó no ser el periodista Casey sino del reportero gráfico Federico Ríos, que también abandonó el país.
El tuit de la legisladora, acompañado por la etiqueta #CaseyEsFakeNews y replicado por otros políticos, fue en respuesta al artículo de Casey titulado «Las órdenes de matar del Ejército ponen en riesgo a civiles» publicado el 18 de mayo en el New York Times. Casey hizo referencia a la supuesta orden del jefe del Ejército colombiano de duplicar el número de criminales y guerrilleros muertos o capturados.
María Elvira Domínguez, presidenta de la SIP y directora del diario colombiano El País de Cali, manifestó su rechazo al uso cada vez más frecuente de la estigmatización a periodistas como mecanismo de censura. Expresó la gravedad que para el ejercicio del periodismo significa que los funcionarios públicos y políticos no midan las consecuencias que puedan tener sus palabras cuando sus críticas y estigmatizaciones están dirigidas contra los reporteros y su labor profesional. Agregó que «la estigmatización e insultos a la prensa, generados por funcionarios públicos y difundidos en redes sociales, crean un ambiente hostil para la prensa e instigan violencia contra periodistas y medios».
Roberto Rock, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información y director del portal mexicano La Silla Rota, dijo que «la estigmatización se ha intensificado con el internet, las redes sociales y con funcionarios y gobernantes que desacreditan a los mensajeros cuando investigan y denuncian corrupción». Destacó que el discurso de odio y la intolerancia ante las críticas fundadas en investigaciones y denuncias «debilitan no solo la libertad de prensa sino la discusión pública que es una garantía inherente a la vida democrática».
Otro incidente que también involucró al diario The New York Times y a otros medios en Estados Unidos esta semana, tuvo como protagonista al presidente Donald Trump, quien siguió reiterando su «mantra» anti prensa de que los medios y periodistas son «enemigos del pueblo» y «corruptos» o fabricantes de «noticias falsas».
Trump reaccionó así a un artículo de The New York Times publicado el 19 de mayo sobre presunto lavado de dinero realizado por instituciones ligadas al mandatario y a su yerno Jared Kushner con el banco Deutshe Bank entre 2016 y 2017. El artículo también destacó que algunos bancos no deseaban hacer tratos con Trump.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos por su parte ha expresado que estigmatizar a la prensa o a los opositores políticos «es una forma de violencia» que aumenta el riesgo de vida de los afectados.