(IPYS/IFEX) – El periodista Luis Mamani Huillca de Radio Sicuani fue agredido por cuatro sujetos a las 7:30 de la noche (hora local) del 2 de junio de 2004 dentro de las instalaciones de la Municipalidad Provincial de Sicuani, provincia de Canchis, departamento del Cusco, cuando se encontraba cubriendo, junto a otros periodistas, dos eventos […]
(IPYS/IFEX) – El periodista Luis Mamani Huillca de Radio Sicuani fue agredido por cuatro sujetos a las 7:30 de la noche (hora local) del 2 de junio de 2004 dentro de las instalaciones de la Municipalidad Provincial de Sicuani, provincia de Canchis, departamento del Cusco, cuando se encontraba cubriendo, junto a otros periodistas, dos eventos simultáneos en el local municipal.
Cuando Mamani Huillca salía de uno de los eventos para dirigirse al otro, pero sin abandonar el edificio del municipio, fue interceptado por cuatro sujetos que lo abordaron y agredieron, golpeándolo en forma injustificada. Mamani Huillca pidió ayuda a sus demás colegas y, entre todos, lograron repeler el ataque, reteniendo a uno de los agresores, identificado como Jerson Guzmán Valencia, un trabajador de la Municipalidad Provincial de Sicuani.
El 30 de mayo, Guzmán Valencia agredió al periodista Samuel Achahuanco Flores en circunstancias que aún no han sido esclarecidas.
Durante la agresión a Mamani Huillca, Radio Sicuani estaba transmitiendo en vivo, por lo que a los minutos del hecho un centenar de personas se concentró en la puerta de la municipalidad, protestando por la agresión al periodista.
Mamani Huillca, así como otros periodistas de Sicuani, resultan incómodos para el alcalde de esta provincia del Cusco, Ricardo Cornejo Sánchez. Los eventos realizados el día de la agresión en el municipio tenían que ver con dos obras de considerable envergadura para la provincia emprendidas por el alcalde y, según la versión de un sector de la prensa, infladas en sus financiamientos hasta un 300%.
Las acciones de amedrentamiento contra los periodistas de Sicuani que fiscalizan al alcalde han venido sucediendo de forma sistemática en los últimos meses. Los periodistas han denunciado ser víctimas de llamadas amenazantes, rotura de los vidrios de sus viviendas e, incluso, el robo de los transmisores ubicados en el cerro «Lechemoco», pertenecientes a las diferentes estaciones de radio de Sicuani.