Erol Önderoğlu se ha defendido ante la justicia turca explicando su lucha por la libertad de prensa y pidiendo la absolución de un proceso judicial que se alarga ya dos años y medio. Önderoğlu y los otros acusados -Şebnem Korur Fincancı y Ahmet Nesin– se enfrentan una posible pena de cárcel.
Este artículo fue publicado originalmente en rsf.org el 17 de abril de 2019.
El representante de Reporteros Sin Fronteras en Turquía, Erol Önderoğlu, se ha defendido ante la justicia turca explicando su lucha por la libertad de prensa y pidiendo la absolución de un proceso judicial que se alarga ya dos años y medio.
Önderoğlu y los otros acusados -Şebnem Korur Fincancı y Ahmet Nesin – se enfrentan una posible pena de cárcel. El veredicto final se espera para mediados de julio. Numerosos observadores, incluido el secretario general de Reporteros Sin Fronteras, y tres representantes más de la organización, acudieron a la audiencia en muestra de apoyo a los tres acusados, que se enfrentan a cargos de «propaganda terrorista» e incitar a la comisión de delitos, por haber participado en una campaña de apoyo a un periódico prohibido por las autoridades.
Önderoğlu respondió a la fiscalía alegando que la acción por la que estaba siendo juzgado – haber aydado simbólicamente a un periódico siendo su editor por un día – fue una de las muchas acciones que durante décadas ha dedicado a la defensa de la libertad de prensa.
El representante en Turquía de Reporteros Sin Fronteras aseguró que los cargos no estaban fundados y tienen como única motivación el deseo de intimidar a los periodistas turcos y a la sociedad civil.
«En los últimos 24 años mi trabajo ha consistido en apoyar a mis compañeros periodistas, más allá de las opiniones políticas o las opiniones de sus empleadores, cuando han sido acosados», afirma. «He participado en campañas solidarias porque creo en la sociedad democrática, que es imposible sin que los medios se expresen sin censuras ni persecuciones».
«No nos preocupan estos cargos que escuchamos una y otra vez como una amenaza permanente, sino la suerte de nuestra sociedad al completo, que observa cómo se erosiona el sentido de justicia que nos une a todos».
Acusó a la fiscalía de no mostrar pruebas contra él y sus compañeros desde que se iniciara el proceso, en junio de 2016, y concluyó: «Los dos últimos años nos han juzgado en base a unas acusaciones preparadas de prisa, en un sólo día. Pido mi absolución y el derecho a continuar con mis actividades periodísticas».
El abogado de Fincancı solicitó un aplazamiento para que pueda presentar sus argumentos de defensa en otra audiencia, solicitud atendida por el juez que la pospusó para el 17 de julio, cuando se espera que se conozca también el veredicto final.
Önderoğlu, Fincancı y Nesin forman parte de las aproximadamente 50 personalidades que ejercieron de «editor por un día» del Özgür Gündem a mediados de 2016, cuando el periódico era víctima de una persecución judicial. El medio fue forzado a cerrar en agosto de ese mismo año.
Los tres acusados son los únicos que pasaron diez días en prisión provisional por su papel en esta campaña. Fueron puestos en liberad condicional en junio de 2016.
La ya preocupante situación de los medios de comunicación en Turquía se volvió crítica tras el fallido golpe de estad de julio de 2016. Muchos medios han sido cerrados desde entonces, se han producido juicios masivos y el país ocupa en la actualidad el récord de informadores encarcelados en el mundo. Turquía ocupa el puesto 157 de los 180 países que conforman la actual Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa elaborada anualmente por Reporteros Sin Fronteras.