(RSF/IFEX) – El 1 de agosto de 2008, en la víspera del primer aniversario del asesinato del periodista Chauncey Bailey, RSF lamenta que la investigación no haya conseguido ningún avance. Al contrario, el caso se ha ido hundiendo a medida que iban apareciendo nuevos elementos sobre los móviles del crimen. Algunas pruebas grabadas por la […]
(RSF/IFEX) – El 1 de agosto de 2008, en la víspera del primer aniversario del asesinato del periodista Chauncey Bailey, RSF lamenta que la investigación no haya conseguido ningún avance. Al contrario, el caso se ha ido hundiendo a medida que iban apareciendo nuevos elementos sobre los móviles del crimen. Algunas pruebas grabadas por la policía o descubiertas por periodistas de investigación apuntan a otra persona, distinta del sospechoso actual, como autor intelectual y/o ejecutante del asesinato. También indican que algunos oficiales de la policía local estarían protegiendo a los auténticos responsables del asesinato. RSF desaprueba también la actitud del jefe de policía Tucker, y su adjunto Howard A. Jordan, que se niegan a hablar delante de los medios de comunicación.
La organización de defensa de la libertad de prensa pone en marcha una petición, reclamando «Justicia para Chauncey Bailey», y pide al Fiscal General de Estados Unidos que se haga cargo del caso ( http://www.rsf.org/article.php3?id_article=28031 ).
«Deben ser juzgados todos los responsables de este asesinato, los autores, los autores intelectuales y quienes les protegen», ha declarado RSF en la petición. «Este importante caso debe retirarse de las manos de los funcionarios locales y ser trasladado a nivel federal, para evitar prejuicios, presiones y conflictos de intereses, y permitir una investigación profunda e imparcial».
El 2 de agosto de 2007, Bailey, redactor jefe del «Oakland Post», acudía a su trabajo en Oakland cuando un hombre encapuchado le disparó a bocajarro, matándole en el acto. Al día siguiente, la policía local efectuó una redada en una panadería relacionada con una red comunitaria local («Your Black Muslim Bakery»), de cuyos empleados sospechaba que pudieran estar implicados en el asesinato de Bailey, y en otros delitos. Un grupo de jóvenes que trabajaba en la panadería, y habían sido contratados por Yusuf Bey, fundador del local, eran conocidos por sus implicación en otros hechos, que van del vandalismo al secuestro. El grupo estaba dirigido por uno de los miembros de la familia Bey, Yusuf Bey IV.
Bey IV, así como otros empleados, fueron detenidos el 3 de agosto, por la noche. Devaughndre Broussard, el más reciente y joven de los empleados de la panadería, reconoció -tras una conversación en el puesto de policía con Bey IV, en la que no hubo ningún oficial presente ni se grabó- haber matado a Bailey. Broussard se retractó posteriormente y su abogado, LeRue Grim, declaró que a su cliente le habían forzado a confesar.
Hasta el 1 de agosto de 2008 se suponía que el juicio de Broussard debería comenzar el 19 de septiembre. Nadie más ha sido acusado – ni de haber participado indirectamente.
El asesinato de Bailey está directamente relacionado con su trabajo periodístico. Entre otras cosas investigaba las finanzas de «Your Black Muslim Bakery» y la corrupción en la policía local. Estas revelaciones nunca pudieron publicarse, al no poder verificar todas las informaciones. A principios de 2008, el redactor jefe de «Oakland Post», Paul Cobb, recibió protección policial cuando se supo que habían puesto precio a su cabeza.
Cada vez parece más evidente que el principal investigador, el Sargento Derwin Longmire, protegió a Bey IV. Saleem Bey, la fuente de Bailey en el asunto de las finanzas de la panadería, ha dicho que es sabido que la policía es corrupta. Recientemente, un vídeo anónimo grabado en los locales policiales mostraba a Bey IV describiendo con detalle el asesinato, aunque negaba haber estado presente en el lugar del crimen. También presumía de disfrutar, lo mismo que la panadería, de la protección del Sargento Longmire. Tras la divulgación del vídeo, Bey IV ha declarado que sabía que la policía le estaba grabando y que efectuó falsas declaraciones para inducirle a error.
El fiscal del distrito de Alameda, Tom Orloff, declaró recientemente que a Bey IV no se le va a procesar por su posible implicación en el asesinato de Bailey, porque ya podrían condenarle a cadena perpetua por otros delitos. Posteriormente, Orloff se desdijo de sus declaraciones. Precisó que continuar investigando estos delitos va a permitir ganar tiempo, para consolidar el caso. Según él, en el juicio de Broussard podrían aparecer informaciones suplementarias sobre la implicación de Bey IV en el asesinato de Bailey.
Actualiza el caso Bailey: http://ifex.org/es/content/view/full/90400