(RSF/IFEX) – En una carta dirigida al Sr. Roberto T. Díaz Sotolongo, Ministro de la Justicia, RSF protesto contra la detencion de José Orlando González Bridon, acusado de «propaganda enemiga» y difusion de «informaciones falsas», después de la publicacion de un artículo sobre un sitio web basado en el extranjero. Está amenazado con una pena […]
(RSF/IFEX) – En una carta dirigida al Sr. Roberto T. Díaz Sotolongo, Ministro de la Justicia, RSF protesto contra la detencion de José Orlando González Bridon, acusado de «propaganda enemiga» y difusion de «informaciones falsas», después de la publicacion de un artículo sobre un sitio web basado en el extranjero. Está amenazado con una pena de siete años de cárcel. RSF pidio su inmediata liberacion y el abandono de los cargos en su contra. «Esta detencion representa un endurecimiento de la represion contra los opositores que difunden sus ideas en Internet», subrayo Robert Ménard, secretario general de RSF. «Las autoridades cubanas ya no se satisfacen con controlar el acceso a la Red en la isla, reprimen también la publicacion de informaciones sobre sitios a los cuales la poblacion cubana ni siquiera puede acceder», añadio Ménard.
Según las informaciones recogidas por RSF, la familia de González Bridon, secretario general de la Confederacion de Trabajadores Democráticos de Cuba (CTDC, ilegal), fue informada, a mediados de abril de 2001, que su pariente debe ser procesado el proximo 10 de mayo. Está acusado de «propaganda enemiga», difusion de «informaciones falsas» con el proposito de «provocar desordenes públicos». Está amenazado con una pena de siete años de prision. En un artículo publicado el 5 de agosto de 2000 en el sitio web de Cuba Free Press (cubafreepress.org), basado en Florida (Estados Unidos), el sindicalista ponía en tela de juicio la responsabilidad de las autoridades en la muerte de Joanna González Herrera, coordinadora nacional de la CTDC. También, había comentado esta informacion en una radio basada en Miami, calificada de «subversiva» en el acto de acusacion. González Bridon fue arrestado el 15 de diciembre. Se encuentra actualmente en prision preventiva. De 50 años de edad, sufriría de trastornos renales. González Bridon es también miembro del Partido Democrático 30 de noviembre Frank País, ilegal. En Cuba solo están autorizadas las organizaciones sindicales y políticas oficiales y la prensa gubernamental.
RSF recuerda que el periodista Bernardo Arévalo Padron, director de la agencia de prensa independiente Línea Sur Press, se encuentra todavía encarcelado (ver las alertas de IFEX del 12 de abril, 26 y 12 de marzo y 20 de febrero de 2001, 25 de julio y 11 de abril de 2000, 10 de diciembre, 22 de octubre, 17 de junio y 29 de enero de 1999, y 21 de septiembre de 1998). Fue condenado, en noviembre de 1997, a seis año de cárcel por «desacato» al Presidente Fidel Castro y al vicepresidente Carlos Lage. Está detenido en el campamento de trabajos forzados de El Diamante, en la provincia de Cienfuegos (centro de la isla). Al considerar que todavía no era «reeducado politicamente», las autoridades del campamento le denegaron su solicitud de liberacion condicional el 1o de abril. Desde el mes de octubre, puede teoricamente beneficiar de tal liberacion por haber cumplido la mitad de su pena.
En un informe titulado «Los enemigos de Internet» y publicado por RSF en marzo, la organizacion ya escribía :
«El gobierno cubano adopto, en 1996, el decreto-Ley 209 titulado ‘Acceso desde la República de Cuba a la red informática global’. Se monto una conexion directa (64 Kbps) con Estados Unidos. Hasta entonces, Cuba solo poseía un acceso vía Canadá. La utilizacion de Internet, según ese decreto, no debe hacerse ‘violando los principios morales de la sociedad cubana ni los textos de las leyes del país’. Los correos electronicos no deben ‘comprometer la seguridad nacional’. Por otra parte, Castro creo, el 13 de enero de 2000, un Ministerio de Informática y Comunicaciones y anuncio que quería ‘transformar Cuba en una sociedad de la informacion’. Roberto González Planas, antiguo Ministro de Industria y Electronica, fue nombrado a la cabeza de este ministerio encargado de ‘regular, dirigir, supervisar y controlar la política cubana en materia de tecnologías de la comunicacion, la informática, las telecomunicaciones, las redes informáticas, la radiodifusion, el espectro radioeléctrico, los servicios postales y la industria electronica’.»
Castro denuncia regularmente este «instrumento de manipulacion del capitalismo, en el que la mayor parte de la informacion está disponible en inglés». Los ciudadanos que quieren tener acceso a Internet deben dar «una razon válida». Si su peticion es aceptada, firman un contrato de utilizacion con cláusulas restrictivas. Logicamente, solo la nomenclatura cubana tiene acceso: políticos, altos funcionarios, intelectuales y periodistas cercanos al poder, así como las embajadas y las empresas extranjeras. Las sociedades cubanas exportadoras no disponen de acceso completo a la Red y tienen que conformarse con el correo electronico.
Ha surgido un mercado negro de direcciones e-mail que sirve para los pocos cubanos que disponen de un ordenador: en efecto, lo mismo que las telecopiadoras, deben estar declarados ante la administracion. Los internautas nacionales sospechan, además, que los servicios de informacion interceptan sus mails porque los mensajes procedentes del extranjero les llegan varias horas después de haber sido enviados. O nunca.
Todo el tráfico de Internet está centralizado en una única máquina en la que se efectúa la censura, a través de filtros. Muchos sitios no están disponibles desde Cuba. El filtrado se lleva a cabo en varios niveles: el URL del sitio, su direccion IP y su contenido son cuidadosamente controlados en una lista de cientos palabras clave. Sin embargo, parece que algunos jovenes internautas han conseguido acceder a toda la Red salvando los obstáculos.
Indirectamente, Internet ha permitido a los periodistas independientes (un centenar en la isla, hostigados y considerados «contrarrevolucionarios») ampliar su audiencia: aunque no tienen acceso al Net, los sitios de la comunidad cubana en el exilio (presentes, sobre todo, en Miami) difunden sus artículos transmitidos por teléfono o por fax.
Los periodicos oficiales «Granma», «Juventud Rebelde» o «Trabajadores», y la agencia nacional de prensa Prensa Latina, tienen todos un sitio en Internet. El régimen cubano censura pero también utiliza el Net para difundir su propaganda.