(RSF/IFEX) – RSF pide la inmediata reaparición del diario en legua árabe «Al-Ayam», suspendido el 16 de noviembre de 2003, y condena el acoso que han sufrido algunos periodistas por parte de los servicios de seguridad. «Resulta particularmente inquietante la nueva campaña de represión que se abate sobre la prensa en Sudán, porque las fuerzas […]
(RSF/IFEX) – RSF pide la inmediata reaparición del diario en legua árabe «Al-Ayam», suspendido el 16 de noviembre de 2003, y condena el acoso que han sufrido algunos periodistas por parte de los servicios de seguridad.
«Resulta particularmente inquietante la nueva campaña de represión que se abate sobre la prensa en Sudán, porque las fuerzas de seguridad utilizan leyes liberticidas para reducir al silencio a las publicaciones independientes, y arruinarlas económicamente. Hace menos de un mes, la Misión Permanente de Sudán en Ginebra declaraba que ya no iba a haber censura, ni suspensión de periódicos. Mientras no se deroguen las leyes liberticidas existentes, y las fuerzas de seguridad continúen imponiendo su dominio sobre la prensa, la libertad de expresión seguirá amenazada», ha manifestado Robert Ménard, secretario general de RSF.
El diario «Al-Ayam», uno de los mayores periódicos sudaneses, que en octubre celebró su 50 aniversario, ha sido suspendido por un tiempo indeterminado, por orden del fiscal de crímenes contra el Estado, Mohammed Farid Hassan, en aplicación del artículo 130 del código de procedimiento penal de 1991, párrafos 1 y 3. El diario está acusado de «amenazar la seguridad y la estabilidad» del país.
Mahjoub Mohamed Salih, redactor jefe de «Al-Ayam» y figura emblemática de la prensa independiente, ha declarado a RSF: «Esta medida pone claramente de manifiesto la voluntad de arruinar económicamente al periódico; en caso contrario, se habría avisado a la dirección del periódico antes de que entrara en prensa, es decir, antes de las dos de la madrugada». La fiscalía citó a Salih, junto con el periodista Murtada Al-Ghali, el 18 de noviembre. El 11 de noviembre, el fiscal encargado de crímenes contra el Estado ya había citado a Hayder Almukashi, ex colaborador de «Al-Ayam», y a Tag Alsir Mekki, periodista de «Al-Ayam», sin ninguna razón oficial.
Claramente, las autoridades tienen intención de ahogar a toda la prensa que se atreva a franquear la línea roja del discurso oficial sobre los acuerdos de paz y, ante todo, sobre los acontecimientos en Sudán. Por eso, las fuerzas de seguridad detuvieron el 15 de noviembre, en Niala, a Gasim Tah, corresponsal del periódico «Al Sahafa», y a Mouhanad Hussain, corresponsal de «Akhbar Alyom», que quedaron en libertad el mismo día. Ambos periodistas preparaban un reportaje sobre la destrucción, por las milicias árabes, de dos pueblos quemados en Sud-Darfour.