(RSF/IFEX) – RSF denuncia las amenazas recibidas por Lucar Garve el 8 de agosto de 2005, en su domicilio de La Habana. Garve es un periodista independiente y presidente de la Fundación para la Libertad de Expresión. «Las autoridades cubanas no están contentas con tener a 22 periodistas independientes entre rejas, y ejercen una presión […]
(RSF/IFEX) – RSF denuncia las amenazas recibidas por Lucar Garve el 8 de agosto de 2005, en su domicilio de La Habana. Garve es un periodista independiente y presidente de la Fundación para la Libertad de Expresión.
«Las autoridades cubanas no están contentas con tener a 22 periodistas independientes entre rejas, y ejercen una presión constante mediante amenazas, intimidaciones y citaciones en comisaría, contra los que todavía se encuentran en libertad», ha declarado RSF.
El 8 de agosto, hacia las 22:30 (hora local), unos militares de una brigada de intervención rápida entraron en la case de Garve y le despertaron. Los soldados aconsejaron al periodista que no saliera de su domicilio el próximo día, o lo «pagaría muy caro».
El periodista decidió permanecer en su casa el 9 de agosto. Posteriormente le advirtieron que los militares montaron guardia en la casa de enfrente, durante toda la jornada.
Garve ya había recibido amenazas cuando fue mencionado por Fidel Castro, entre una treintena de periodistas independientes, mientras que el presidente hablaba en un canal nacional de televisión. Le refirió a Garve como un «líder contrarrevolucionario».
Según el sitio Cubanet, el 8 de agosto ocurrieron otros incidentes similares en La Habana. El periodista Angel Pablo Polanco, de la agencia independiente Servicio Noticuba, también fue amenazado cerca de su domicilio. En agosto de 2002, estuvo detenido arbitrariamente durante tres días (ver las alertas de IFEX del 8, 7 y 6 de agosto de 2002).
RSF conoce de una decena de casos de amenazas a periodistas independientes desde junio de 2005, protagonizadas normalmente por agentes de la Seguridad del Estado, en forma de citaciones en comisarías.
En las últimas semanas, los periodistas independientes se han visto particularmente afectados por la oleada represiva del gobierno. Oscar Mario González, detenido el 22 de julio en La Habana, espera que le juzguen en aplicación de la ley 88 (ver las alertas del 4 de agosto, 26 de julio y 1 de abril de 2005). Lamasiel Gutiérrez Romero fue condenada el 9 de agosto a siete meses de libertad condicional, con el falaz pretexto de «delito de resistencia y desobediencia civil».
RSF también ha protestado por la detención de Florencio Cruz Cruz, médico de profesión y periodista independiente, director adjunto de la agencia independiente Línea Sur Press y que también trabaja para Nueva Prensa Cubana. Cruz fue detenido el 11 de agosto en Aguado, provincia de Cienfuegos.
El oficial de policía Junier y el teniente Carlos Castillo Medina, acompañados de otros dos policías, detuvieron al periodista cuando se dirigía a casa de Bernardo Arévalo Padrón, director de Línea Sur Press.
Según Arévalo, el pretexto para la detención habría sido la pequeña cantidad de dinero que llevaba encima Cruz, que le había enviado la organización Agenda Cuba, con sede en Estados Unidos. El periodista acababa de recibir esa ayuda de Miami a causa del último huracán que ha afectado a la isla. Su esposa, Yamila Sousa Elizondo, ha asegurado a RSF que no ha podido verle desde que le detuvieron.