(RSF/IFEX) – RSF ha manifestado su profunda emocion por el asesinato de Sávio Brandão, y la agresion de que ha sido víctima Felipe Santolia, dos periodistas que trabajan en los Estados de Mato Grosso (mediooeste) y Piaui (nordeste). La organizacion ha pedido a Paulo de Tarso Ramos Ribeiro, Ministro de Justicia, que se encargue de […]
(RSF/IFEX) – RSF ha manifestado su profunda emocion por el asesinato de Sávio Brandão, y la agresion de que ha sido víctima Felipe Santolia, dos periodistas que trabajan en los Estados de Mato Grosso (mediooeste) y Piaui (nordeste). La organizacion ha pedido a Paulo de Tarso Ramos Ribeiro, Ministro de Justicia, que se encargue de que se realicen investigaciones en profundidad, sobre estos dos casos. Entre otras cosas, RSF ha manifestado su deseo que la policía federal tome parte en las investigaciones.
«La participacion de la policía federal en estas investigaciones es, a la vez, legítima y necesaria», explico Robert Ménard, secretario general de RSF. «El asesinato de Sávio Brandao es competencia de la policía federal, ya que existen sospechas de que detrás de él se encuentra el crimen organizado. En el caso de Santolia, como el periodista estuvo relacionado con la campaña del gobernador para su reeleccion, es importante que la investigacion no la lleve exclusivamente la policía civil, la cual es de la competencia del gobernador», preciso el secretario general de RSF. Ménard se ha congratulado del hecho de que, en el caso de Brandão, el ministro se haya comprometido a facilitar el apoyo de las autoridades federales para la investigacion, y ha pedido que se le proporcionen los detalles de éste.
En un informe publicado el 3 de octubre (disponible en www.rsf.org), RSF subrayo que «en Brasil, Estado Federal, el asesinato de un periodista es competencia exclusiva de la justicia de los Estados, más sensible a las presiones locales, y de la policía civil, controlada por los cargos locales (…) Tres veces mejor pagados que sus colegas de la policía civil o militar, los agentes de la policía federal, encargados entre otras cosas de la lucha contra el crimen organizado, están también mejor dotados y menos ligados a los intereses políticos locales». En las conclusiones del informe, la organizacion recomienda a las autoridades brasileñas que aprueben un proyecto de reforma del poder judicial, que ponga en manos de la policía federal las investigaciones sobre los asesinatos de periodistas.
El 30 de septiembre, Brandão, propietario del diario «Folha do Estado», una publicacion de Cuiabá, capital del Estado de Mato Grosso, fue asesinado por dos matones que circulaban en una moto. El diario, en el que Brandão firmaba artículos, había denunciado la instalacion del crimen organizado en la region y recientemente había revelado la existencia de una red ilegal de máquinas tragaperras. En su edicion del 1 de octubre, «Folha do Estado» relaciono el asesinato de Brandão con el «poder paralelo», que venía denunciando en sus columnas. Brandão también era propietario de una empresa de construccion y de varias empresas de prensa, entre ellas la emisora Radio Cidade. Según la redaccion del periodico, no había recibido amenazas. Hombre de negocios y abogado, Brandão había dirigido varias empresas antes de invertir en el sector de la prensa, a partir de mediados de los años 90.
Mientras la policía estima que el asesinato se trata de un crimen cometido por profesionales, el ministro de Justicia Federal se ha comprometido a proporcionar ayuda al gobierno del Estado de Mato Grosso en la lucha contra el crimen organizado, sin precisar las modalidades de esa ayuda. El 1 de octubre, Hércules Araújo Coutinho, cabo de la policía militar, y Célio Alves de Souza, ex agente de la policía militar, fueron detenidos por su supuesta participacion en el crimen. Araújo Coutinho fue reconocido por algunos testigos, como uno de los asesinos. Le implican también el examen de los expertos en balística y una identificacion de huellas digitales, relacionándole con otros cinco asesinatos, ocurridos en la region durante este año. El, por su parte, niega estar implicado en la muerte del periodista.
El 5 de octubre fue encontrado, crucificado en un árbol, Santolia, de Radio Chibata, una emisora comunitaria de la ciudad de Esperantina (Estado de Piaui, nordeste). El periodista tenía clavada la mano derecha, su otra mano estaba atada con alambre y había recibido un disparo de bala en la pierna. Afirma que lo atacaron, y crucificaron, unos desconocidos con la cabeza cubierta que le hicieron señales para que parara al borde de la carretera, cuando parecía que tenían una avería. Según Santolia, los dos hombres se disponían a volver sobre sus pasos, con gasolina para quemarle vivo, cuando algunas personas que pasaban le descubrieron. Según él, se trata de una accion de adversarios políticos, a los que habría acusado de corrupcion. Santolia, que hacía campaña a favor del Partido del Frente Liberal (PFL, derecha), anuncio que pensaba hacer públicas algunas cintas de vídeo que mostraban a algunos de los candidatos a diputados, de un partido de la competencia, en actitud de comprar votos para las elecciones del 6 de octubre.
El teniente Veras, encargado de la investigacion, en un despacho de la Agencia France-Presse, declaro que «podría tratarse de un montaje». Declaro que la policía aún no tenía las cintas que Santolia afirma poseer. El teniente subrayo que Santolia había distribuido panfletos con su foto, aunque no era candidato, en los que se podía leer: «Bajad a los corruptos de su trono y elevad a los humildes». «Resulta, por lo menos, extraño que al día siguiente se le encontrara crucificado», manifesto.
Algunas fuentes locales, contactadas por RSF, subrayan que Santolia, ex seminarista, tenía una tendencia exagerada de llamar hacia sí la atencion. Sin embargo, según Efrém Ribeiro, corresponsal del diario «O Globo», la herida de bala en la pierna del periodista, que es profunda, hace muy difícil la hipotesis de una automutilacion.