La drástica reducción de personal de El Carabobeño, que es uno de los pocos medios noticiosos independientes de Valencia que está dispuesto a criticar a los funcionarios de Gobierno, refleja la crisis de la prensa regional en toda Venezuela.
Lo que sigue es un extracto de un blog de CPJ del 27 de diciembre de 2017 por John Otis, corresponsal del CPJ para la región andina.
El vestíbulo de El Carabobeño tiene una vitrina con cámaras fotográficas antiguas, placas de grabado y guillotinas de la década de 1930, cuando el periódico se fundó en Valencia, la tercera mayor ciudad de Venezuela. Sin embargo, ahora se pudiera agregar la moderna rotativa de El Carabobeño a la exhibición.
Ante la escasez nacional de papel periódico, la cual los periodistas venezolanos atribuyen mayormente al cada vez más autoritario Gobierno del presidente Nicolás Maduro, El Carabobeño publicó su última edición impresa en febrero. Aunque continúa existiendo como una publicación digital, el periódico prácticamente ha perdido casi todos sus ingresos por publicidad, ha reducido el personal al mínimo y lucha por sobrevivir, declaró su jefa de Redacción, Carolina González.
«Estoy muy molesta por lo que ha sucedido», expresó González en una entrevista realizada en el casi vacío edificio de tres pisos que aloja la sede de El Carabobeño. «Pero todavía estamos aquí».
La drástica reducción de personal de El Carabobeño, que es uno de los pocos medios noticiosos independientes de Valencia que está dispuesto a criticar a los funcionarios de Gobierno, refleja la crisis de la prensa regional en toda Venezuela.