(RSF/IFEX) – Lo que sigue es una carta del RSF al gobernador del Estado de Sonora: A la atención del Ing. Eduardo Bours Castelo Gobernador del Estado de Sonora Señor Gobernador, Con indignación, Reporteros sin Fronteras, organización internacional de defensa de la libertad de prensa, ha tenido conocimiento de la brutalidad policial sufrida por Julio […]
(RSF/IFEX) – Lo que sigue es una carta del RSF al gobernador del Estado de Sonora:
A la atención del Ing. Eduardo Bours Castelo
Gobernador del Estado de Sonora
Señor Gobernador,
Con indignación, Reporteros sin Fronteras, organización internacional de defensa de la libertad de prensa, ha tenido conocimiento de la brutalidad policial sufrida por Julio César Ortega Quiroz, redactor jefe de la revista «La Neta Times» y colaborador de Radio Palacio, que se produjo el 14 de enero de 2006 en Caborca (Estado de Sonora, Noroeste).
Como gobernador, le corresponde a usted asegurar que se respeten las libertades públicas en el territorio que se encuentra bajo su autoridad. Resulta absolutamente intolerable que un comandante de la policía vaya más allá de sus funciones para arreglar sus cuentas personales con un miembro de la prensa. Esperamos que, además de las actuaciones penales emprendidas contra el comandante Jesús Alberto Padilla Varela y sus subordinados, usted adoptará las sanciones administrativas que correspondan, y que el alcalde de Caborca, Héctor Cáñez Ríos, sospechoso de encubrir a los policías, rindará cuentas públicamente.
El 14 de enero, hacia las 23,30 horas, Ortega circulaba por Caborca cuando, en un cruce, su vehículo se vio interceptado por una patrulla de la policía municipal, dirigida por el comandante Jesús Alberto Padilla Varela. Los policías obligaron al periodista a bajar del coche, golpeándole. Arguyeron que se trataba de un control rutinario.
Ortega protestó por lo que consideraba un «abuso de autoridad». El comandante Padilla Varela le habría replicado entonces: «¿Y no es un abuso de autoridad lo que cuentas sobre mi, en tu periódico y en la radio?» El comandante de la policía ordenó a sus colegas que pegaran al periodista con objetos de cristal, según la versión de éste último. Después, a Ortega le llevaron a la comisaría, donde el comandante Padilla volvió a amenazarle.
El periodista atribuye la agresión a sus frecuentes denuncias de la colusión existente entre la alcaldía de Caborca y algunos elementos de la policía municipal, implicados en el narcotráfico. Se lamenta de estar sufriendo represalias de la policía local desde 1990.
Con contusiones en la cara y el pecho, Ortega se ha refugiado con su familia en Hermosillo, capital de Sonora, donde ha denunciado los hechos ante la justicia del Estado.
En espera de que este drama no permanezca impune, y de que usted vigile la seguridad de este periodista, le ruego que acepte, Señor Gobernador, la expresión de mi alta consideración.
Robert Ménard
Secretario general