El viaje de Trump a Asia ha puesto de manifiesto el continuado declive del compromiso del actual gobierno estadounidense con la defensa de la libertad de prensa en sus relaciones bilaterales y multilaterales con otros países.
Este artículo fue publicado originalmente en rsf.org el 15 de noviembre de 2017.
Reporteros Sin Fronteras rechaza el trato del presidente estadounidense Donald Trump a la prensa en su viaje de diez días a Asia con parada en varios países, algunos de ellos conocidos por albergar a los peores Depredadores de la libertad de prensa en el mundo. El viaje ha puesto de manifiesto el continuado declive del compromiso del actual gobierno estadounidense con la defensa de la libertad de prensa en sus relaciones bilaterales y multilaterales con otros países.
El Presidente Trump ha puesto en práctica en su gira asiática su habitual trato a la prensa, impidiendo por ejemplo a los reporteros acudir a determinados eventos o negándose a responder preguntas.
Las giras por el extranjero solían caracterizarse por el empeño de los presidentes estadounidenses de aceptar preguntas durante sus viajes como forma de mostrar el compromiso de Estados Unidos con su Primera Enmienda. El expresamente Obama fue muy criticado por no permitir preguntas en 2009, pero convenció a la Secretaria de Estado china para que se admitieran preguntas en su posterior viaje, cinco años después. Estas visitas oficiales suelen ser una oportunidad para que la prensa pregunte a los responsables de Exteriores sobre temas que suelen estar limitados para la prensa local en función del desarrollo de los derechos humanos en cada país. Por ejemplo, durante el viaje de Obama en 2014, un reportero del New York Times pudo preguntar sobre la restrictiva política de visados china con los periodistas extranjeros.
Pero no ha sido el caso del viaje del Presidente Trump. Los periodistas estadounidenses que han seguido la gira no han tenido la oportunidad de hacer preguntas, ni a su presidente y al presidente chino Xi Jinping en la «rueda de prensa» conjunta que tuvo lugar el 9 de noviembre. La secretaria de prensa Sarah Huckabee Sanders aseguró que no había habido preguntas por decisión china.
Pese a que Trump y Xi Jinping son conocidos por su hostilidad hacia la prensa, hay una notable diferencia entre los dos países que hace más llamativa si cabe la negativa estadounidense. Además de ser una de las mayores cárceles del mundo para periodistas, China niega la asistencia médica que necesitan muchos periodistas encarcelados, y que ha desembocado en la muerte reciente de dos de ellos, incluido el Premio Noble de la paz, Liu Xiaobo.
China ocupa uno de los últimos puestos en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa elaborada anualmente por Reporteros Sin Fronteras. Un puesto similar al de Vietnam, país que tampoco ha visto al Presidente Trump abogar por la defensa del acceso a una prensa libre en su viaje.
En Vietnam el Presidente Trump limitó el acceso de la prensa a los eventos de la Asia-Pacific Economic Cooperation (APEC), que tuvo lugar el 10 de noviembre en Danang. Ese mismo día muchos reporteros se quedaron si cubrir la cena organizada por la APEC con la presencia de invitados como los Presidentes Trump y Putin. La exclusión de la prensa en esa cena tenía especial significado dadas las recientes investigaciones sobre la intrusión rusa en las elecciones presidenciales estadounidenses de 2016.
El 11 de noviembre la mayoría de la prensa estadounidense fue apartada e impedida de cubrir de nuevo otro evento con Trump y otros líderes asiáticos. Se permitió la cobertura de un fotógrafo oficial de la Casa Blanca y un equipo de Fox Newscamera y se les instó a que compartieran su contenido con el resto de profesionales de prensa.
Vietnam ocupa el puesto 175 de los 180 países que conforman la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa de RSF. Su gobierno criminaliza de forma sistemática la libertad de prensa, censurando y deteniendo arbitrariamente a multitud de blogueros y otros informadores. Al menos 25 blogueros fueron detenidos o deportados el año pasado, pero esta realidad nunca a estado presente en el viaje del Presidente Trump.