Un reportero policíaco fue baleado y muerto frente a su casa la semana pasada en la ciudad fronteriza de Ciudad Juárez, Chihuahua, informan el Centro de Periodismo y Ética Pública (CEPET), el Committee to Protect Journalists (Comité para la Protección de los Periodistas, el CPJ y otros miembros de IFEX. José Armando Rodríguez Carreón, un […]
Un reportero policíaco fue baleado y muerto frente a su casa la semana pasada en la ciudad fronteriza de Ciudad Juárez, Chihuahua, informan el Centro de Periodismo y Ética Pública (CEPET), el Committee to Protect Journalists (Comité para la Protección de los Periodistas, el CPJ y otros miembros de IFEX.
José Armando Rodríguez Carreón, un conocido y respetado reportero que cubrió la fuente policiaca durante más de un decenio para el periódico local «El Diario», fue baleado al menos ocho veces un automóvil propiedad de su empresa que estaba instalado dentro de su cochera el 13 de noviembre, informa el CPJ. Su hijita, que también estaba en el automóvil en el momento del ataque, resulto ilesa.
Aún no se ha determinado el motivo del crimen, pero el CPJ informa que los colegas de Rodríguez creen que fue atacado por su trabajo. Pedro Torres, director adjunto de «El Diario», dijo que Rodríguez había recibido un mensaje de texto amenazador en febrero que le decía que «bajara el tono». En consecuencia, fue transferido temporalmente a El Paso, Texas, por su seguridad, dice Reporteros sin Fronteras (RSF), pero cuando volvió insistió en reiniciar el trabajo sin protección especial.
En una declaración conjunta, el Centro Nacional de Comunicación Social (CENCOS), ARTICLE 19-México, la Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC) y otras organizaciones locales de derechos humanos dijeron que el asesinato de un periodista es «la forma más extrema de censura, que no solo restringe el derecho a la libre expresión de la víctima sino también el derecho a enterarse de la sociedad en su conjunto».
Torres dijo en una entrevista en televisión que el asesinato no silenciaría al periódico. «Lo peor que podríamos hacer como periodistas, como empresa, es quedarnos callados. Creo que las autoridades no están haciendo nada. Tenemos un compromiso más allá del que las autoridades tienen con el público. Debemos seguir cubriendo todos estos eventos como son, no como mucha gente quisiera que fueran».
Los miembros de IFEX que trabajan en México dicen que es tiempo para que el Gobierno se involucre. «El Estado tiene la obligación de prevenir, investigar y castigar a los perpetradores, así como a garantizar la reparación adecuada a las víctimas»; dijo.
Debido al pobre historial de persecuciones exitosas, el Congreso mexicano está analizando leyes que harían que los delitos contra la libre expresión fueran un delito federal, un paso respaldado por el presidente Felipe Calderón. Todavía no se aprueba la ley.
Más de 1,000 personas, entre ellos periodistas, policías, médicos, abogados y traficantes de drogas, han muerto este año en crímenes relacionados con la droga en Ciudad Juárez, dicen los miembros de IFEX. El 6 de noviembre, hombres no identificados dejaron una cabeza en la Plaza de los Periodistas de la ciudad. La policía no ha identificado a la víctima.
Los poderosos carteles de la droga y la violencia más intensa relacionada con los grupos de delincuentes han hecho de México uno de los países más mortíferos para los reporteros en todo el mundo. Según el Comité de Escritores en Prisión de PEN Internacional (WiPC), Rodríguez es el octavo escritor muerto en México en 2008.
Visite estos vínculos:
– CPJ: http://tinyurl.com/5qal5o
– CEPET: http://tinyurl.com/6bblec
– Declaración de los miembros de IFEX en México: http://tinyurl.com/6kwhq6
– RSF: http://www.rsf.org/article.php3?id_article=29291
– WiPC: http://tinyurl.com/66mz7g
– Federación Internacional de Periodistas: http://tinyurl.com/6yng85
– «Diario de Juárez»: http://tinyurl.com/6obnwr
(19 de noviembre de 2008)