Aunque la década de 1990 fue la de los «años de expansión» para los medios de África Occidental, este progreso se encontró invariablemente con nuevos retos y más ataques contra la libertad de prensa en la región, dice Kwame Karikari, en la primera edición de»Zongo-Giwa», una nueva publicación de la Media Foundation for West Africa […]
Aunque la década de 1990 fue la de los «años de expansión» para los medios de África Occidental, este progreso se encontró invariablemente con nuevos retos y más ataques contra la libertad de prensa en la región, dice Kwame Karikari, en la primera edición de»Zongo-Giwa», una nueva publicación de la Media Foundation for West Africa (Fundación de Medios para África Occidental, MFWA).
La «tendencia progresiva general en el pluralismo y libertad de los medios masivos de comunicación» está entre las muchas victorias de los pueblos de la región, dice Karikari. Sin embargo, la represión de este movimiento ha continuado con el arresto, acoso y asesinato de periodistas en el área. «Las continuas sentencias de cárcel y las indemnizaciones prohibitivas de demandas de motivación política son instrumentos legales para amordazar y asesinar los medios en toda la región», escribe Karikari.
Al observar el papel crucial de los organismos locales y regionales en la consolidación de la libertad de expresión y el desarrollo democrático en el área, Karikari declara que «al final, el apoyo externo tiene un efecto duradero cuando complementa las iniciativas locales».
Gambia es un ejemplo de un país en el cual la libertad de prensa ha crecido inmensamente, pero se ha encontrado con medidas drásticas constantes contra los medios, informa Baba Galleh Jallow en «Zongo-Giwa».
Al crecer desde una cantidad mínima de periódicos en 1992 hasta la existencia de diferentes grupos de medios en la actualidad, los medios ha continuado estando bajo el estrecho escrutinio de las autoridades. En los últimos años numerosos periodistas se han visto obligados a exiliarse, y se han cerrado por algún tiempo estaciones y periódicos mediante el uso de leyes de prensa draconianas.
En otro artículo de «Zongo-Giwa», George Sarpong declara que la prensa independiente en Ghana ha estado combatiendo durante mucho tiempo los intentos del gobierno de cerrarla mediante leyes represivas.
Aunque Sarpong afirma que las leyes de calumnia criminal y sediciosa no son congruentes con la Constitución, la Suprema Corte ha confirmado esta ley tres veces en casos contra periodistas Según el juez implicado, esta ley «sujeta a los medios a leyes que se requieren de forma razonable en el interés de la seguridad nacional, orden público y para la protección de los derechos y reputaciones de otros». La leyes de calumnia civil, sin embargo, también se han utilizado de manera peligrosa contra periodistas en los tribunales, dice Sarpong.
En algunos casos, los jueces han multado a periodistas con cantidades hasta de USD 20 000 por calumnia. Estas medidas han dejado a los periódicos privados «combatiendo por su supervivencia en plena crisis económica de Ghana, publicidad e ingresos por circulación menguantes».
La MFWA también publicó un breve informe acerca de las leyes de medios en la región, incluyendo a Liberia, Burkina Faso, Gambia y Sierra Leona.
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