La prensa sigue en estado de sitio en Afganistán bajo el dominio del Talibán, declara Masood Farivar en «Dateline Afghanistan: Journalism under the Taliban» (Fechado en Afganistán: el periodismo bajo el Talibán), un artículo publicado recientemente por el Committee to Protect Journalists (Comité por la Proteccion de los Periodistas, CPJ). Según Farivar, la cobertura de […]
La prensa sigue en estado de sitio en Afganistán bajo el dominio del Talibán, declara Masood Farivar en «Dateline Afghanistan: Journalism under the Taliban» (Fechado en Afganistán: el periodismo bajo el Talibán), un artículo publicado recientemente por el Committee to Protect Journalists (Comité por la Proteccion de los Periodistas, CPJ). Según Farivar, la cobertura de noticias en Afganistán se limita a «anuncios oficiales, relatos de las victorias militares de Talibán, y propaganda antioposicion», y los periodicos y medios son principalmente propiedad del Estado. Se niega al público acceso a incluso a esos periodicos al no existir quioscos de periodicos y los periodicos se distribuyen principalmente solo a oficinas gubernamentales. Aunque el Talibán no se opone oficialmente a los medios independientes, Farivar declara que «funcionarios del Talibán dicen en privado que se oponen a los periodicos independientes debido a que podrían convertirse en vehículos de propaganda para la oposicion». Además, se prohíbe a todas las mujeres periodistas trabajar bajo la orden de Talibán que indica que ninguna mujer puede ejercer una profesion. En su artículo, Farivar documenta el caso de una mujer periodista de Afganistán con base en Peshawar que fue encarcelada este año cuando visitaba Afganistán.
Aunque Farivar dice que algunos periodistas locales han encontrado que el Talibán es levemente más «tolerante» a las críticas de la prensa que los anteriores gobernantes de Afganistán, él documenta las rudas condiciones en las cuales los miembros de la prensa han trabajando en las últimas dos décadas. El Talibán es solo uno de una serie de organismos gubernamentales en Afganistán que han impuesto una dura restriccion a los medios y a los derechos humanos en general. Farivar dice que «la última y única prensa libre de Afganistán florecio durante la llamada década de la democracia desde 1963 hasta 1973, cuando fue abruptamente detenida con el derrocamiento del rey Zahir Shah». Desde entonces, la prensa ha estado estrechamente controlada por los partidos en el poder, y frecuentemente se ha usado a los medios para propagar propaganda y la perspectiva gubernamental de los acontecimientos. Además, desde 1978 hasta 1992, cuando Afganistán estaba bajo el dominio del Partido Democrático del Pueblo Comunista de Afganistán, era un crimen escuchar las transmisiones occidentales de radio. Desde que el Talibán se hizo del control en 1996, la mayoría de los periodistas huyeron a Pakistán, Irán, Asia central y otros lugares. Los periodistas de Afganistán en Pakistán, donde viven en el exilio más de dos millos de afganos, han iniciado una prensa afgana independiente. El artículo de Farivar se puede ver el sitio web de CPJ en: «Dateline Afghanistan».
Otros miembros de la prensa afgana independiente en el exilio en Pakistán y Rusia cuyos nombres no se pueden nombrar por razones de seguridad, confirman que actualmente «no hay una actividad periodística visible» en Afganistán. Dijeron a Periodistas Canadienses por la Libertad de Expresion (CJFE) que a los periodistas extranjeros se niega rutinariamente la entrada a Afganistán para cubrir cualquier acontecimiento y que los periodistas desde el interior de Afganistán se han visto obligados a arriesgar sus vidas al pasar de contrabando informacion a sus colegas de fuera del país. Declaran que «en los últimos días del siglo 20, cuando la mayor parte del mundo está entrando al siguiente milenio con la tecnología de informacion más reciente y otras fuentes, las personas de la nacion afgana todavía no tienen el derecho de leer una publicacion extranjera dentro de Afganistán». Los periodistas aclaran que desde que el Talibán está en el poder, no se ha permitido la entrada de periodicos ni revistas extranjeros a Afganistán.