El continuar la escalada de violencia en Burundi, el gobierno de Burundi instruyo a su ejército a «tratar a los periodistas como blancos militares legítimos», informa el Committee to Protect Journalists (Comité por la Proteccion de los Periodistas, CPJ). En una transmision de la radio del estado a los comandantes del ejército realizada el 9 […]
El continuar la escalada de violencia en Burundi, el gobierno de Burundi instruyo a su ejército a «tratar a los periodistas como blancos militares legítimos», informa el Committee to Protect Journalists (Comité por la Proteccion de los Periodistas, CPJ). En una transmision de la radio del estado a los comandantes del ejército realizada el 9 de septiembre, el ministro de Defensa, coronel
Alfred Nkurunziza, dijo al ejército que debería considerar a los periodistas como enemigos y por lo tanto, como «blancos legítimos, si entran a la provincia de Bujumbura Rurale cerca de la capital, donde el ejército está combatiendo a los rebeldes Hutus». Según Reporteros sin Fronteras
(RSF), se impidio a los periodistas informar de los enfrentamientos en la region aun antes del anuncio.
Aunque Nkurunziza señalo en particular la popular estacion Radio France Internationale
(RFI),con sede en París, el CPJ declara que «la presente amenaza parece dirigirse a todos los periodistas que han criticado al gobierno del mayor Buyoya». RSF informa que se ha impedido a los periodista informar acerca de los enfrentamientos de en la region de Bujumbura Rurale entre otras, y muchos han recibido amenazas por informar de masacres de civiles perpetradas por soldados – informes que Aministía Internacional confirmo. Desde el inicio de la guerra civil en octubre de 1993, cinco periodistas (cuatro de Burundi y uno de Sudáfrica) han sido muertos en Burundi, según CPJ. Peter Takirambudde, director de la Division de África de Human Rights
Watch (Observador de los Derechos Humanos, HRW), declara que «esta amenaza a los
periodistas pone en tela de juicio el compromiso de las autoridades militares de Burundi a la observancia de las leyes de la guerra, y su voluntad de permitir que se investiguen las masacres».