El proyecto de la ley de Libertad de Informacion (FOI) en Gran Bretaña, que se espera se convierta en ley el proximo año, ha creado nuevas maneras de que el gobierno mantenga la informacion secreta, dice la última edicion del boletín «Index on Censorship» (Indice de la Censura, Vol. 4/1999). Mark Fisher escribe que el […]
El proyecto de la ley de Libertad de Informacion (FOI) en Gran Bretaña, que se espera se convierta en ley el proximo año, ha creado nuevas maneras de que el gobierno mantenga la informacion secreta, dice la última edicion del boletín «Index on Censorship» (Indice de la Censura, Vol. 4/1999). Mark Fisher escribe que el gobierno está defendiendo el proyecto de ley por su apertura, y el secretario del Interior Jack Straw dijo que «Cambiará radicalmente la relacion entre el gobierno y sus ciudadanos». Por otro lado, «Index» informa que la Campaña por la Libertad de Informacion califica el proyecto de «sumamente decepcionante» y «de tan mala fama y dudosa reputacion como la Ley de Secretos Oficiales de 1911». El proyecto finalmente otorgará al público «un derecho de ver qué informacion sobre ellos tienen los cuerpos públicos, como la policía, las autoridades de salud, los patrones del sector público, el organismo de subsidio al desempleo, las autoridades tributarias, y organismos privados que efectúen contratos o funciones públicas», con modicas cuotas por tener acceso a esa informacion. Sin embargo, «el proyecto construye un seto de exenciones, exclusiones y estipulaciones de acceso que limitan e inhiben el nuevo derecho legal de acceso», dice Fisher.
«Index» explica resumidamente que «todas las leyes FOI tienen las mismas excepciones básicas: seguridad nacional, defensa y relaciones internacionales, cualquier cosa que impida a la policía o a los fiscales públicos hacer valer la ley, proteccion para la privacía personal y la confidencialidad comercial, y formulacion de políticas dentro del gobierno». Sin embargo, Fisher opina que «ahora es crucial como se preparan y comprobaciones y balances están integrados en la construcciones de si esas exenciones no son una invitacion al abuso oficial». En el nuevo proyecto de FOI, dice Fisher, «algunas de esas excepciones están bosquejadas de manera demasiado amplia y algunas son demasiado cautelosas. Lo crucial son las pruebas que se deban aplicar al decidir si la informacion exenta se deberá retener o liberar, las ‘pruebas de daños’, perjudican demasiado la revelacion, aun de material no polémico».
En otro artículo de «Index» titulado «Spiking dissent», Andy Wasley escribe que la policía puede hostigar a los periodistas que expresan opiniones poco populares en Europa. Por ejemplo, en abril, la casa del periodista alemán Martin Hager fue allanada por la policía, que decomiso todo su equipo, incluyendo computadoras, notas y cámaras de video, y lo arresto por «producir material que posiblemente incite al desorden». Su supuesto crimen fue reunir «documentales de video y artículos que ponen en tela de juicio la campaña de bombardeo de la OTAN en los Balcanes y exhortan al público a exigir un referéndum acerca de la participacion de Alemania». En los últimos años, varias publicaciones ambientales han sido allanadas y cerradas por promover temas ambientales. La revista «Anarquista verde» fue condenada por «conspiracion para incitar daños penales» en noviembre de 1997. Poco después, «Ravage», una revista ambiental holandesa, fue allanada y sus editores fueron arrestados por «incitacion para causar daño ilegal», aunque los cargos se retiraron después. El efecto de onda también produjo el allanamiento de «Radikal», una publicacion alemana que promueve la justicia ambiental y social. Las publicaciones de extrema derecha han experimentado censura similar y también han sido allanadas.
«Index on Censorship» tiene un Programa de Suscripciones Subsidiado para permitir que la gente que no puede pagar la revista la reciba. Además del costo, dice «Index», una suscripcion subsidiada es también preferible a muchos activistas en regímenes represivos, pues pueden decir en honor a la verdad que otras personas pagan las revistas y se las envía». «Index» ofrece «un foro para los que han sido censurados» y mantiene «la difícil situacion de los periodistas y otros defensores de la libertad de expresion ante la atencion del público cuando son censurados o atacados». «Index» también brinda «una voz para las minorías y los marginados, como los pueblos aborígenes y las mujeres», como mediante el artículo principal de la edicion actual acerca de «Tribes: Battle for Land and Language» (Tribus: la batalla por la tierra y la lengua). Mediante su programa de patrocinio, «Index» ofrece «fomento a los movimientos de base prodemocráticos al darles lar herramientas y la mentoría que no tienen en sus propias comunidades».
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