La colusion del gobierno con intereses corporativos con frecuencia lleva a la censura de artículos de interés público acerca de la ciencia, escribe «INDEX on Censorship» (Indice de la Censura) en el artículo de portada de este mes (No. 3/1999.) En «INDEX», Gregory Palast describe como se censuro informacion que podría ser dañina para la […]
La colusion del gobierno con intereses corporativos con frecuencia lleva a la censura de artículos de interés público acerca de la ciencia, escribe «INDEX on Censorship» (Indice de la Censura) en el artículo de portada de este mes (No. 3/1999.) En «INDEX», Gregory Palast describe como se censuro informacion que podría ser dañina para la compañía Monsanto, una corporacion de biogenética, como el vínculo entre el cáncer y uno de los productos de Monsanto. Se demostro en un estudio que la hormona de crecimiento bovino, la somatotropina bovina (BST), que aumenta la produccion de leche de una vaca en 15 por ciento, «causa cánceres de senos y prostata en humanos», según «INDEX». Aun así, la Food and Drug Administration (Administracion de Alimentos y Medicamentos, FDA) de los Estados Unidos, que aprobo la BST en 1993, «Se rehuso a publicar los datos del estudio aduciendo que lesionar%26#237;a los intereses comerciales de Monsanto», escribe Palast.»>http://www.indexoncensorship.org»>»INDEX on Censorship» (Indice de la Censura) en el artículo de portada de este mes (No. 3/1999.) En «INDEX», Gregory Palast describe como se censuro informacion que podría ser dañina para la compañía Monsanto, una corporacion de biogenética, como el vínculo entre el cáncer y uno de los productos de Monsanto. Se demostro en un estudio que la hormona de crecimiento bovino, la somatotropina bovina (BST), que aumenta la produccion de leche de una vaca en 15 por ciento, «causa cánceres de senos y prostata en humanos», según «INDEX». Aun así, la Food and Drug Administration (Administracion de Alimentos y Medicamentos, FDA) de los Estados Unidos, que aprobo la BST en 1993, «Se rehuso a publicar los datos del estudio aduciendo que lesionaría los intereses comerciales de Monsanto», escribe Palast.
El estudio que revela la relacion entre el cáncer y la BST permanecio escondido hasta que «después de años de peticiones, científicos del gobierno canadiense finalmente obtuvieron los datos» escribe Palast. Esos seis científicos, que revelaron sus hallazgos a sus superiores «fueron asignados a otras áreas, disminuidos de categoría y silenciados» hasta que el Senado canadiense les otorgo inmunidad el año pasado por su testimonio. En un recuadro, Palast explica como los abogados del periodico británico «Observer» le recomendaron censurar la mayor parte de sus informes, algunos acerca de Monsanto. Palast señala que su editor fue el único que se atrevio a informar acerca de Monsanto. Admite que con frecuencia practico la autocensura en su trabajo una táctica que llama «la forma más ingrata de censura» en Europa occidental. Escribe que «su mayor mal [es] perpetuar el mito consolador de que vivimos en sociedades en las cuales la libre expresion y el discurso abierto no tienen ataduras».
En otro artículo en»INDEX» titulado «A paradigm under pressure» (Un paradigma a presion), Gordon Stewart expone la censura de la investigacion del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA). Él y otros investigadores han hechos estudios que rechazan las creencias de que el SIDA es causado únicamente por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), una opinion declarada públicamente por un Secretario de Estado estadounidense en 1984; y que el SIDA estaba omnipresente en la poblacion en general y a punto de causar una epidemia global cuando se descubrio. Una vez que esas opiniones fueron aceptadas en el dominio público, dice Stewart, las demás investigacion acerca de la fuente o diseminacion del SIDA fueron desechadas o censuradas. Escribe que «Una censura anonima que se volvio absoluta, sorprendentemente omnipresente y aparentemente inmune a la revelacion de conflictos de interés comenzo a suprimir todo el disenso». Por ejemplo, mientras trabajaba como asesor para la Organizacion Mundial de la Salud (WHO), Stewart «no encontro evidencia en 1987 de que el SIDA se estuviera transmitiendo en forma heterosexual en poblaciones en general, excepto en propaganda de titulares acerca de la amenaza del SIDA en todo el mundo». Sin embargo, encontro en forma subsecuente que «aunque los datos y opiniones que ofrecio a la OMS recibieron atencion interna, se impidio su publicacion».
Desde 1990, las más prominentes publicaciones científicas, como «Nature», «Science», el «New England Journal of Medicine,» el»British Medical Journal» y el «Lancet», se han rehusado a publicar artículos de investigacion que apunten a esas conclusiones, ya sea que estén escritos por Stewart u por otros investigadores. Sus apariciones en television, incluyendo en la BBC, en el Reino Unido, han sido canceladas. «La censura que mantiene el consenso internacional de expertos en los principales consejos de investigacion, sociedades académicas, comités oficiales y la OMS es implacable; también lo son los principales canales en radio, television y la prensa», declara. Aunque Stewart se ha encontrado antes con la censura de la investigacion científica, la censura que rodea la investigacion del SIDA no tiene precedentes. Stewart concluye que los puntos de vista divergentes acerca del SIDA se censuran debido a que «muchos organismos e individuos reciben elevados estímulos por su trabajo dentro de la ciencia ortodoxa del SIDA. Debajo de todo esto, las compañías farmacéuticas tienen su propia lista de prioridades».