Los periodistas y las estaciones de radio independientes en Angola han sufrido censura repetida y amenazas durante los recientes combates entre las fuerzas de Angola y la Union Nacional por la Independencia Total de Angola (UNITA), informa Reporteros sin Fronteras (RSF). Esto ocurre en un momento en el que las Naciones Unidas ha votado por […]
Los periodistas y las estaciones de radio independientes en Angola han sufrido censura repetida y amenazas durante los recientes combates entre las fuerzas de Angola y la Union Nacional por la Independencia Total de Angola (UNITA), informa Reporteros sin Fronteras (RSF). Esto ocurre en un momento en el que las Naciones Unidas ha votado por no renovar la Mision de Observadores de las Naciones Unidas en Angola (MONUA), debido a «la sombría evaluacion que el Secretario General hace de los prospectos para la paz», según el «Angola Peace Monitor» (Vigilante de Paz de Angola, No. 6, Vol V), publicado por la organizacion británica Action for Southern Africa (Accion por África del Sur).
Según RSF, se prohibio transmitir en tres ocasiones diferentes a la estacion de radio Ecclesia, que transmite la programacion para África de la estacion de radio portuguesa Renascença. El 13 de enero, se prohibio un informe que se iba a trasmitir acerca de los combates entre las fuerzas angoleñas y UNITA. El 18 de enero, se prohibio la transmision de una entrevista con Paulo Lukamba Gato, secretario general de UNITA, y el 26 de enero, se prohibio a la estacion de radio transmitir en momentos en que se preparaba para entrevistar a Carlos Morgado, representante en el extranjero de UNITA. Además, el 22 de enero, el director de la estacion de radio, M. Aristides, recibio amenazas después de que ese día se transmitio un informe de los combates en el país.
Luego, el 25 de enero, Jose Cabral Fande, director de la estacion independiente de radio Morena (en Benguela, una ciudad al sur de Luanda) fue detenido por oficiales de la policía. Fue acusado de haber transmitido informes acerca de UNITA, y fue liberado 48 horas después, después de que el juez rechazo las acusaciones por falta de pruebas. Finalmente, informa RSF «muchos corresponsales extranjeros, especialmente los corresponsales portugueses, se han quejado de que sus líneas telefonicas eran cortadas sistemáticamente en momentos en que estaban transmitiendo informes a sus medios de comunicacion con respecto al conflicto actual».