Cinco miembros de IFEX expresaron esta semana inquietudes por la seguridad de periodistas en Iraq, tras un ataque con bombas fuera de un hotel de Bagdad que alberga las oficinas de una red de televisión estadounidense y ataques recientes contra periodistas en los que han intervenido soldados estadounidenses. Reporteros sin Fronteras (RSF) y el Committee […]
Cinco miembros de IFEX expresaron esta semana inquietudes por la seguridad de periodistas en Iraq, tras un ataque con bombas fuera de un hotel de Bagdad que alberga las oficinas de una red de televisión estadounidense y ataques recientes contra periodistas en los que han intervenido soldados estadounidenses.
Reporteros sin Fronteras (RSF) y el Committee to Protect Journalists (Comité para la Protección de los Periodistas, CPJ) condenaron un ataque con bombas que ocurrió el 25 de septiembre fuera del hotel Al-Aike, que destrozó vidrios y lesionó al operador de sonido de NBC News David Moodie. Moodie era uno de los doce empleados de la NBC que se alojaba en el hotel. Aunque NBC no había recibido amenazas antes del ataque, sus periodistas eran los únicos huéspedes del hotel, señala el CPJ.
Mientras tanto, RSF y el CPJ se unieron a la Federación Internacional de Periodistas (FIP), el International Press Institute (Instituto Internacional de Prensa, IPI) y Human Rights Watch para expresar su desaliento por los hallazgos de una investigación del Ejército estadounidense de la muerte del camarógrafo de Reuters Mazen Dana.
Un vocero del pentágono anunció la semana pasada que el soldado estadounidense que disparó accidentalmente contra Dana y lo mató el 17 de agosto «actuó dentro de las reglas de combate» y no era imputable, informa RSF. Aunque lamentan el incidente, los militares no dieron a conocer su informe completo al público.
La FIP calificó esto como una escandalosa negativa de justicia «que sólo refuerza las exigencias de cambios a las reglas internacionales para brindar más protección a periodistas y personal de los medios en áreas de conflicto». Pidió una investigación independiente de la muerte de Dana.
Dana fue muerto mientras filmaba fuera de la prisión de Abu Ghraib en Bagdad, donde seis iraquíes habían sido muertos en un ataque con morteros el día anterior. El Ejército estadounidense afirma que el soldado que le disparó confundió su cámara con un lanzagranadas, dice RSF. Los colegas de Dana en Reuters dice que hubiera sido imposible confundir las dos cosas a plena luz del día. Los soldados estadounidenses también habían dado a Dana permiso para filmar en el área, señala el CPJ.
Human Rights Watch destacó otros incidentes en los cuales las fuerzas estadounidenses estaban poniendo en peligro la vida de los periodistas. El 18 de septiembre, los periodistas de la Associated Press Karim Kadhim y Tarek al-Issawi escaparon por poco de la muerte cuando tanque estadounidenses les dispararon mientras informaban de ataques contra los soldados estadounidenses en Khaldiya. Y el 1 de septiembre, Ghaith Abd al-Ahad un asistente de noticias del «New York Times», dijo que fue esposado y tirado al piso por soldados estadounidenses después de ser detenido en un puesto de inspección militar.
Índice de la Censura señala que con hasta 60 soldados estadounidenses muertos y otros cientos lesionados en ataques paramilitares que han surgido desde el final de la guerra en Iraq, la moral entre los soldados estadounidenses tocó fondo. «Para los periodistas desplegados, la principal causa de la muerte de Dana parece ser tensión de combate: el efecto acumulativo de la baja de moral, el agotamiento y la tensión constante causados por el temor de un atacante relámpago que surja de una multitud o de un auto estacionado».
Visite estos vínculos:
– IFEX: http://ifex.org/en/content/view/full/222/
– Índice de la Censura sobre las tropas estadounidenses «tensas»:
http://www.indexonline.org/news/20030818_iraq.shtml