En Bangladesh, se necesita auténtico valor para ser un periodista, dice el Committee to Protect Journalists (Comité por la Protección de los Periodistas, CPJ). Los políticos vinculados con organizaciones criminales emplean esbirros para golpear a los que informan de la corrupción mientras la policía se mantiene al margen. Lo que es más, una amarga rivalidad […]
En Bangladesh, se necesita auténtico valor para ser un periodista, dice el Committee to Protect Journalists (Comité por la Protección de los Periodistas, CPJ). Los políticos vinculados con organizaciones criminales emplean esbirros para golpear a los que informan de la corrupción mientras la policía se mantiene al margen. Lo que es más, una amarga rivalidad entre los dos principales partidos políticos obligó a los medios a tomar partido.
En un informe recientemente publicado, CPJ examina las condiciones que han convertido el periodismo independiente en una de las profesiones más peligrosas en Bangladesh.
Uno de los factores es un clima político muy polarizado que divide al país, incluyendo los propios periodistas, señala el CPJ. Dos de los partidos políticos más influyentes del país, el gobernante Partido Nacional de Bangladesh (BNP) y la opositora Liga Awami (AL), usan en forma regular grupos de estudiantes para reclutar partidarios en las universidades. Estos grupos emplean a maleantes armados para intimidar a la gente para que vote por sus partidos. Los periodistas que informan de esto son los blancos inmediatos.
La intensa rivalidad entre el BNP y AL ha causado un cisma en la propia comunidad periodística, dice el CPJ. Todos los sindicatos de periodistas del país están divididos en líneas de partido, ya sea pro-BNP o pro-AL.
En la ciudad de Pirojpur en la parte sur de Bangladesh, la violencia contra periodistas es especialmente común, dice el CPJ. Cinco periodistas han sido muertos en los últimos cuatro años, entre ellos el experimentado reportero Manik Saha (ver: http://ifex.org/es/content/view/full/56373/).
Las organizaciones criminales encabezadas por políticos han «institucionalizado una estructura de terror» en la que se impide que la policía emprenda acciones contra los que atacan a periodistas debido a las mafias de protección, según un abogado local.
A pesar de tenerlo todo en contra, sin embargo, numerosos periodistas siguen trabajando en la primera línea, mostrando lo que CPJ califica como «valor auténtico».
Lea el informe completo en: http://www.cpj.org/Briefings/2004/DA_spring04/Bangla_DA.pdf