El Senado australiano aprobó un proyecto de ley que daría a las autoridades facultades para interceptar llamadas telefónicas, correos electrónicos y mensajes de texto de ciudadanos, una maniobra que la Medios, Arts y Entertainment Alliance (MEAA) y Reporteros sin Fronteras (RSF) consideran una grave amenaza a la libertad de prensa. Los espías, la policía y […]
El Senado australiano aprobó un proyecto de ley que daría a las autoridades facultades para interceptar llamadas telefónicas, correos electrónicos y mensajes de texto de ciudadanos, una maniobra que la Medios, Arts y Entertainment Alliance (MEAA) y Reporteros sin Fronteras (RSF) consideran una grave amenaza a la libertad de prensa.
Los espías, la policía y otros organismos de seguridad podrán usar órdenes judiciales para intervenir teléfonos que pertenezcan a la familia, los amigos, colegas y abogados de un sospechoso, dice la MEAA. Otros organismos, como la Administración Australiana de Impuestos, Aduanas y la Comisión de Valores e Inversión de Australia (ASIC), tendrán facultades para acceder a las comunicaciones almacenadas como correo electrónico y mensajes de texto SMS.
La MEAA argumenta que la legislación ataca a cualquier persona que interactúe con sospechosos de crímenes graves, incluso si esa persona no es sospechosa en sí misma. También dice que la ley plantea una amenaza a los periodistas. «A los periodistas que hagan contacto con sospechosos de terrorismo con propósitos periodísticos se les puede intervenir el teléfono, lo que da a las autoridades acceso no sólo a conversaciones con el sospechoso sino también a las de otras fuentes que sean inocentes», dice la MEAA. Esto pondría en riesgo la capacidad de los periodistas de mantener la confidencialidad de sus fuentes.
RSF señala que las leyes existentes ya imponen presiones excesivas a los periodistas. La Ley Antiterrorismo Australiana, adoptada en diciembre de 2005, estipula sentencias de hasta cinco años de cárcel por hacer contacto con un sospechoso de terrorismo. Los periodistas que investigan las actividades terroristas podrían ser arrestados por la policía, especialmente si publican los nombres de sospechosos. Los reporteros no tienen el derecho de negarse a revelar sus fuentes en casos de terrorismo y las fuerzas de seguridad pueden allanar organizaciones de noticias para buscar evidencia sobre ese tipo de casos.
Visite estos vínculos:
– MEAA: http://www.alliance.org.au/content/view/172/52/
– RSF: http://www.rsf.org/article.php3?id_article=16920
– Consejo para las Libertades Civiles de Nueva Gales del Sur: http://www.nswccl.org.au/news/show_pr.php?relNum=1&relYear=2006
– Leyes antiterrorismo de Australia:
http://jurist.law.pitt.edu/forumy/2006/03/strengthening-counter-terrorism-laws.php