Los grupos de derechos humanos y libertad de prensa están cada vez más preocupados acerca de la suerte del periodista Ogulsapar Muradova, un corresponsal de la estación de radio financiada por Estados Unidos Radio Europa Libre/Radio Liberty (RFE/RL), y los activistas de derechos humanos Annakurban Amanklychev y Sapardurdy Khajiev, quienes fueron arrestados en Turkmenistán entre […]
Los grupos de derechos humanos y libertad de prensa están cada vez más preocupados acerca de la suerte del periodista Ogulsapar Muradova, un corresponsal de la estación de radio financiada por Estados Unidos Radio Europa Libre/Radio Liberty (RFE/RL), y los activistas de derechos humanos Annakurban Amanklychev y Sapardurdy Khajiev, quienes fueron arrestados en Turkmenistán entre el 16 y el 18 de junio. Los tres tienen vínculos con la Fundación Helsinki de Turkmenistán para los Derechos Humanos. Los tres hijos adultos de Muradova fueron arrestados el 19 de junio, pero liberados el 1 de julio, dice Reporteros sin Fronteras (RSF).
Se informa que las autoridades sospechan de la participación del periodista y los activistas de derechos humanos en un plan contra el presidente Saparmurat Nizayov, señalan RSF y la Asociación Mundial de Periódicos (WAN).
Se considera a RFE/RL la única fuente de noticias independientes disponible en Turkmenistán, señala el Committee to Protect Journalists (Comité por la Protección de los Periodistas, CPJ). Las autoridades persiguen de forma rutinaria a los periodistas de la estación, sus familiares y amigos y a los ciudadanos privados que conceden entrevistas a RFE/RL.
Amanklychev había estado trabajando con la empresa de difusión Galaxie-Presse en un documental de viajes para un canal de televisión francés. La película presenta temas como el culto a la personalidad que rodea al presidente, las malas condiciones en los sistemas educativo y de salud y otros temas relacionado con los derechos humanos, según una carta abierta de Amnistía Internacional, RSF, Human Rights Watch, y otros grupos de derechos humanos con fecha del 18 de julio. La carta se refiere a «acusaciones creíbles de que los detenidos han sido maltratados mientras estaban en custodia» y afirma que se administró drogas psicotrópicas a Amanklychev y Muradova para obligarlos a confesar «actividades subversivas».
Los arrestos ocurrieron unos cuantos días antes de la llegada a Ashgabat de una delegación del Parlamento Europeo para analizar un acuerdo comercial con Turkmenistán, que es rico en gas natural, señala Human Rights Watch.
RSF clasificó a Turkmenistán en el antepenúltimo lugar en su clasificación de respeto a la libertad de prensa del 2005; sólo Corea del Norte y Eritrea estuvieron detrás. Human Rights Watch afirma que el país es «uno de los más represivos y cerrados» del mundo. Además de que no tolera el disenso o la libertad política, el Gobierno prohibió la ópera, el ballet, el circo, la orquesta filarmónica y las asociaciones culturales que no son turcomanas. Mientras tanto, los líderes religiosos, especialmente los seguidores de credos que no sean el Islam sunnita y la iglesia ortodoxa rusa, han sufrido persecuciones.
Visite estos vínculos:
– RSF: http://www.rsf.org/article.php3?id_article=18228
– Human Rights Watch: http://hrw.org/english/docs/2006/06/20/turkme13588.htm
– CPJ: http://www.cpj.org/news/2006/europe/turkmen21june06na.html
– Reseña mundial de libertad de prensa del International Press Institute (Instituto Internacional de Prensa, IPI), sección sobre Turkmenistán:
http://www.freemedia.at/cms/ipi/freedom_detail.html?country=/KW0001/KW0005/KW0137/&year=2005