Bajo una capa de benevolencia, Túnez silencia a sus críticos con fuerza, dice un nuevo informe del Committee to Protect Journalists (Comité por la Protección de los Periodistas, CPJ). El informe, basado en una misión enviada a Túnez este verano, «encontró periodistas sometidos a encarcelamiento, ataques, acoso y censura en forma rutinaria». El informe, «El […]
Bajo una capa de benevolencia, Túnez silencia a sus críticos con fuerza, dice un nuevo informe del Committee to Protect Journalists (Comité por la Protección de los Periodistas, CPJ). El informe, basado en una misión enviada a Túnez este verano, «encontró periodistas sometidos a encarcelamiento, ataques, acoso y censura en forma rutinaria».
El informe, «El opresor sonriente»; concluye que «Túnez se promueve como una nación progresista que protege los derechos humanos, pero… silencia de manera agresiva a periodistas y otros que ponen en tela de juicio las políticas del presidente Zine El Abidine Ben Ali».
Ese fue el caso del periodista Slim Boukhdhir. Fue encarcelado el año pasado por cargos fabricados, que el CPJ dice fueron en realidad resultado de sus informes acerca de corrupción por parte de la familia del Presidente. Aunque fue liberado de prisión recientemente, Boukhdhir se enfrenta a constante maltrato y restricciones a su movimiento.
Otros periodista y defensores de los derechos se enfrentan a acoso, entre ellos Sihem Bensedrine del Observatoire pour la liberté de presse, d’édition et de creation, (Observatorio para la Defensa de la Libertad de Prensa, Publicación y Creación, OLPEC) de Túnez. El OLPEC es uno de los muchos grupos de derechos humanos que informan de bloqueos constantes de correos electrónicos y teléfonos.
El CPJ dice que es fácil identificar las oficinas del OLPEC y la revista independiente «Kalima» debido a «Los agentes de seguridad ubicados en sillas de plástico frente al edificio 24 horas al día». «Kalima» fue fundada en 2000 por Bensedrine y funciona principalmente en línea(http://www.kalimatunisie.com ) pero ha sido bloqueada en Túnez como docenas de otros sitios.
El Gobierno también regula de cerca las licencias de medios impresos y electrónicos. «Las licencias se conceden a aliados del Gobierno y se niegan a empresas de noticias potencialmente críticas», dice el CPJ, así que la prensa está «fundamentalmente paralizada por la autocensura. Las pocas voces críticas que escriben en Internet para publicaciones extranjeras y semanarios de oposición de baja circulación son acosadas regularmente y marginalizadas por las autoridades tunecinas».
Debido a una relación cercana con Europa y Estados Unidos, Túnez puede infringir alegremente la libre expresión: Ben Ali es «visto como un baluarte contra la militancia islamista en África del Norte», dice el CPJ. «Túnez es famoso en todo el mundo por sus bellas playas y lugares turísticos, pero opera silenciosamente un estado policiaco en casa».
En consecuencia, Túnez, junto con Marruecos, es el principal país árabe en encarcelar periodistas, dice el CPJ.
Descargue el informe, disponible en inglés, francés y árabe, en: http://www.cpj.org/smiling/
(30 de septiembre de 2008)