"La impunidad de un crimen significa una amenaza al futuro y una enorme herida para la convivencia en una sociedad", dice FOPEA.
(FOPEA/IFEX) – El Foro de Periodismo Argentino (FOPEA) manifiesta su rechazo a la decisión de la Cámara de Apelaciones y Garantías de Dolores por haberle otorgado el beneficio de la prisión domiciliaria al ex policía Gustavo Prellezo, condenado a reclusión perpetua por el asesinato de José Luis Cabezas. El crimen ocurrió el 25 de enero de 1997 en las cercanías de Pinamar y constituyó el peor ataque a la libertad de prensa desde el retorno de la democracia en la Argentina.
La posibilidad de que el ejecutor del fotógrafo de la revista «Noticias» pueda transitar el resto de su condena en la casa de su padre quedó habilitada tras la decisión de los camaristas Fernando Sotelo y Susana Miriam Darling Yaltone por considerar que Prellezo a sus 48 años «padece una enfermedad frente a la cual su situación de detención agudiza su patología por necesitar de un ambiente carente de humedad, someterse a tratamiento kinesiológico continuo, con aplicaciones de calor a fines de calmar sus dolores». En ese contexto se supo que el problema de salud que aquejaba al ex policía es una hernia de disco, algo que vuelve inconsistente el hecho de que se le otorgue ese privilegio de prisión domiciliaria cuando hay instituciones de salud que lo pueden tratar, manteniendo su condición de detención como corresponde. O, en todo caso, garantizando que el preso goce del tratamiento y las condiciones que necesita dentro de prisión.
La eventualidad de que Prellezo salga de la cárcel – aunque continúe en calidad de detenido en la casa de su padre – cierra un círculo de impunidad o de falta de justicia por el que hoy ninguno de los delincuentes que participaron del crimen de José Luis Cabezas permanece en prisión. Pese a que fueron condenados a penas de prisión y reclusión perpetua, apenas cumplieron entre 8 y 13 años de encierro hasta el momento que empezaron a salir en libertad o a cumplir prisión domiciliaria.
Cabe recordar que el juicio oral que realizó el Tribunal de Dolores concluyó – el 2 de febrero de 2000 – con penas de reclusión perpetua para los policías Gustavo Prellezo (ejecutor de José Luis Cabezas), Sergio Cammarata y Aníbal Luna (colaboradores en la inteligencia y seguimiento del equipo de la revista «Noticias»). En esos casos, se consideró como agravante la condición de policías de los condenados.
También se dictaron penas de prisión perpetua para Gregorio Ríos (jefe de la custodia del empresario Alfredo Yabrán, ambos acusados de instigar el crimen), y la banda conocida como «Los Horneros» e integrada por Horacio Anselmo Braga, Sergio Gustavo González, José Luis Auge y Héctor Retana. Estos últimos colaboraron en el secuestro y asesinato de Cabezas.
En un segundo juicio que se hizo posteriormente también fue condenado a reclusión perpetua el ex comisario Alberto Pedro Gómez por haber «liberado la zona» para que el crimen se pueda cometer, hecho similar a lo que ocurría en la época de la dictadura militar.
Cómo una metáfora de la República Argentina, ninguno de ellos está tras las rejas. Pese a las condenas y las multitudinarias manifestaciones – siempre pacíficas – en reclamo de justicia por Cabezas que realizaron sus familiares, amigos, colegas y la sociedad en su conjunto. Todo eso frente a distintos tipos de poderes que pretendieron embarrar la cancha y desviar la investigación sobre la búsqueda de la verdad. El asesinato de un periodista constituye un mensaje de silenciamiento para toda la sociedad, algo inaceptable en el sistema democrático. La impunidad de un crimen significa una amenaza a futuro y una enorme herida para la convivencia en una sociedad.
Por todo ello, FOPEA reclama que se revea la decisión de otorgarle la prisión domiciliaria a Prellezo, como también que todos los asesinos de Cabezas regresen a prisión para cumplir el resto de sus condenas, tal como lo exigieron fallos judiciales de instancias superiores. También queremos expresar nuestra total solidaridad y acompañamiento a la familia de Cabezas que han sido un ejemplo de lucha y de búsqueda de justicia durante todos estos años y que han levantado una bandera que es de todos los argentinos: No se olviden de José Luis Cabezas.