El fotógrafo Alejando Álvarez y el camarógrafo Limbert Sanjinés fueron agredidos verbal y físicamente en una reunión de la Asamblea de Derechos Humanos de La Paz.
(ANP/IFEX) – el 23 de mayo de 2011 – El periódico «La Razón» y el canal televisivo PAT denunciaron que el fotógrafo Alejando Álvarez y el camarógrafo Limbert Sanjinés fueron agredidos verbal y físicamente el 20 de mayo de 2011 en una reunión de la Asamblea de Derechos Humanos de La Paz (Bolivia), cuyos representantes, por su parte, negaron haber atacado a los trabajadores de esos medios de comunicación.
De acuerdo a una nota publicada por «La Razón» el 21 de mayo, el fotógrafo de este medio, Alejando Álvarez, «relató que fue agredido cuando ingresó al ambiente donde se realizaba la reunión. ‘La gente empezó a gritar, diciéndome ‘por qué tienes que estar aquí, por qué sacas fotos sin mi permiso’. Me trataron de quitar la cámara y en el forcejeo rompieron la lente, querían que borre todas las fotos. Luego me dejaron ir'».
El camarógrafo de PAT, Limbert Sanjinés, de acuerdo a la nota de «La Razón», declaró que «le jalaron de los cabellos y lo botaron del lugar».
Por su parte, Teresa Subieta Serrano, presidenta de la Asamblea Departamental de Derechos Humanos de La Paz, dijo a la Unidad de Monitoreo y Vigilancia de la Libertad de Prensa y Expresión en Bolivia de la Asociación Nacional de la Prensa (ANP) que «no hubo agresión alguna a periodistas, lo único que nosotros queríamos era sesionar en privado para solucionar problemas internos de nuestra entidad y luego comunicaríamos las decisiones a la opinión pública; simplemente cuestionamos la presencia de fotógrafos y camarógrafos en una reunión privada a la que no habían sido convocados».
Otra dirigente de la Asamblea Departamental de Derechos Humanos de La Paz, Máxima Apaza, reconoció que tuvo un altercado con los periodistas y explicó que «solamente» tapó con las manos «las lentes de las cámaras para evitar que se tomen imágenes, porque lo que se trataba era un problema interno, que no podía ser conocido por la opinión pública hasta que no se arribe a una solución».
La ANP considera que ninguna agresión verbal o física contra trabajadores de los medios de comunicación tiene justificación alguna y declara su extrañeza porque, en el caso aquí descrito, los ataques denunciados provengan de integrantes de una institución que dice defender los derechos humanos.