A través del noticiero "Así se Informa" de Canal 36, Esdras Amado López había informado sobre algunos escándalos ocurridos en la Iglesia Católica en Tegucigalpa.
(C-Libre/IFEX) – 10 de octubre de 2011, Tegucigalpa, Honduras – El periodista Esdras Amado López, director de Canal 36 Cholusat Sur, denunció, el 10 de octubre, que el cardenal Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga, podría ser el personaje que gestionó y presionó para que se le negara su acreditación como periodista ante la Santa Sede. El comunicador viajaría esta semana con una delegación que acompaña al Presidente de Honduras Porfirio Lobo Sosa en su visita oficial al Papa Benedicto XVI.
«El sábado anterior una fuente oficial me informó de la prohibición y, según mis fuentes, el cardenal Rodríguez podría ser la persona que gestionó y presionó ante el Vaticano. Sin embargo, para desviar la atención de la opinión pública nacional e internacional, se responsabiliza únicamente a Alejandro Valladares, embajador de Honduras en el Vaticano», expresó Amado López.
«El día de hoy me confirmaron que mi acreditación tenía problemas y que no podría ingresar al Vaticano; que la sugerencia provenía de parte del embajador Alejandro Valladares, por mis problemas con el cardenal Rodríguez», relató el director de Canal 36.
Empero el comunicador enfatizó que no tiene ninguna enemistad con el purpurado y que lo único que ha hecho es informar sobre algunos escándalos ocurridos en el seno de la Iglesia Católica en Tegucigalpa.
En efecto, el día 13 de julio, Amado López, a través del noticiero «Así se Informa», reveló una carta de renuncia redactada por el ex sacerdote José Jesús Mora, quien fue director de la Fundación Católica para la Comunicación Social, donde expresaba que se retiraba definitivamente del sacerdocio porque «estaba decepcionado».
En la misiva, Mora le informó al cardenal Rodríguez que desde hace algún tiempo venía observando irregularidades de parte del obispo auxiliar de la arquidiócesis de Tegucigalpa, Juan José Pineda, y un ciudadano de nacionalidad mexicana que el prelado llevó a vivir a la residencia «Villa Iris», donde también se aloja el cardenal. El padre Mora narra que el obispo de Tegucigalpa pasaba horas encerrado en la habitación del joven y que fue el mismo obispo que dio la orden para construir la habitación al lado de su oficina.
Respecto de la prohibición de ingreso a la Santa Sede, Andrés Pavón, presidente del Comité para la Defensa de los Derechos Humanos en Honduras, dijó que la «actitud del cardenal es penosa más aun cuando el Papa, en representación de la Iglesia Católica, ha expresado que la libertad de expresión es un pilar fundamental para el fortalecimiento de la democracia y el estado de derecho».
Por su parte, Sandra Ponce, Fiscal de los Derechos Humanos, en declaraciones para Canal 36, expresó que de ser cierto la negativa de ingreso es bastante preocupante porque es una censura periodística que viola los derechos humanos del comunicador, particularmente la libertad de expresión.
«Hay que establecer la veracidad del hecho y las razones a las que obedece, de ser cierto la negativa. Estamos frente a un acto de censura y su responsabilidad debe ser deducida a los funcionarios públicos involucrados», puntualizó Ponce.