Un año pasó para que Lourdes Ramírez, que labora para Canal 21, pudiera superar el miedo y contar en detalle lo que le sucedió en el mes de marzo de 2011 como consecuencia de ejercer la profesión periodística.
(C-Libre/IFEX) – San Pedro Sula, 23 de marzo de 2012 – La licenciada, Lourdes Ramírez, se suma a la lista de periodistas amenazados a muerte, luego que sujetos a bordo de un vehículo turismo azul, sin placas y con los vidrios polarizados, la obligaron a subirse en el mismo, con el propósito de intimidarla y evitar que hiciera público una noticia sobre el robo de vehículos.
Un año pasó para que Ramírez, que labora para Canal 21, pudiera superar el miedo y contar en detalle lo que le sucedió en el mes de marzo de 2011 como consecuencia de ejercer la profesión periodística.
Según Ramírez, el origen de las amenazas surge el día 22 de marzo de 2011 luego de dar cobertura a un operativo policial, realizado por miembros de la unidad anti-robo de vehículos, con sede en Tegucigalpa, porque al parecer, en la ciudad de San Pedro Sula, la policía no estaba realizando los operativos con transparencia.
La periodista manifestó, a C-Libre, que las palabras del jefe de la unidad policial previo ha ser entrevistado fueron «venimos 50 agentes desde Tegucigalpa a realizar este operativo, desde las 7:00 de la mañana estamos aquí, encontramos vehículos robados con procedencia de México, Guatemala, El Salvador, Costa Rica, todos son BMW, Volvos, Mercedes y Audi».
De acuerdo a la comunicadora, el jefe de la operación también expresó que “nosotros venimos desde Tegucigalpa y nadie nos va llamar para presionarnos para que se cancele este operativo como pasa aquí en San Pedro Sula…. ni los de la policía de esta ciudad saben que se está realizando esta acción”.
Ramírez relató que las palabras dichas por el oficial fueron escuchadas por el vocero de la Dirección Nacional de Investigación Criminal, DNIC, que en ese momento laboraba en esa dependencia en la ciudad de San Pedro Sula. Recordó que el operativo se llevó a cabo entre las 3 p.m. y las 4:30 p.m. el día 23 de marzo de 2011, en un auto lote localizado al final de la avenida nueva Orleans, a la altura del bulevar del sur.
“Media hora después del suceso recibí una llamada al celular, de un número privado, y me dijeron: ‘buenas tardes licenciada Lourdes, le traemos una información al canal, salga por favor’, la voz se me hizo conocida y yo salí por la parte de atrás, porque el acceso es más rápido”, recordó la comunicadora.
“No había nadie en la calle, vi hacia ambos lados, en eso, un carro azul marino, turismo, polarizado, sin placas, se detiene frente a mí, al bajar los vidrios automáticos, veo dos hombres, uno conduciendo, el otro en el asiento trasero, ambos con pasamontañas y armas largas, me dicen súbase, y yo no sabía qué hacer, miraba para ambos lados de la calle y no había nadie y como cometí el error de salir por atrás, ni la recepcionista se dio cuenta lo que me pasaba”.
“En eso me repitieron ‘súbase rápido’ y tuve miedo, pero pensé que si no me subía me harían algo en ese momento, creí que me llevarían a matar y no entendía por qué”.
“Me subí y les pregunté ‘¿quiénes son ustedes?’, y respondieron ‘eso no importa’. ‘¿Qué es lo quieren?’, les dije, y me respondieron, ‘cállese y escuche, esa noticia sobre los carros no es cierta y no sale hoy en su noticiero’. ‘¿Cómo?’, les dije, ahí andábamos varios medios, todos lo van a sacar, a lo que los sujetos ripostaron: ‘no, eso no va salir en ningún lado ya arreglamos eso’”.
Les expresé, detalló Ramírez, «yo no puedo hacer nada, ya lo pasé al editor», a lo que los sujetos le dijeron, «por su seguridad y la de él, no le conviene que salga, estaremos pendientes y usted ya esta avisada, lo que pase después si no obedece, es culpa suya».
Luego de unos 20 minutos de dar vueltas en el carro, la llevaron de nuevo al canal, “pero les aseguro que yo todavía siento el cañón del arma detrás de mi cabeza», aseguró la periodista Ramírez como si estuviera experimentando la tensión de aquel momento.
“Me temblaban las piernas y la voz, me sentía frustrada e impotente por lo que había experimentado, al subir le dije al editor lo que había pasado, igual yo podía haberme callado y no comentar nada, siempre era mi decisión presentar o no esa nota, pero si quedaba en el archivo del noticiero los compañeros de otros espacios podían usarlas. El editor se asustó también y guardamos el vídeo bajo llave”.
La comunicadora manifestó que este testimonio lo compartió en una conferencia de la Sociedad Interamericana de Prensa SIP, realizada los días 30 y 31 de enero de 2012, como consecuencia luego de esta denuncia la fuente policial que cubre se ha vuelto hostil hacia su persona.
Según la comunicadora, las amenazas no son nuevas en el año 2005 fue intimidada por hacer pública una campaña a favor de las obreras de la maquila, el sujeto que la amenazo en aquella oportunidad, anda libre y además se ha infiltrado en las redes de periodistas.