La Corte Interamericana de Derechos Humanos con sede en Costa Rica, dio a conocer la sentencia que responsabiliza al Estado colombiano por las agresiones que sufrió el camarógrafo Richard Vélez en 1996 y las posteriores amenazas que lo obligaron a exiliarse junto con su familia.
(FLIP/IFEX) – el 9 de octubre de 2012 – El pasado viernes 5 de octubre, la Corte Interamericana de Derechos Humanos con sede en Costa Rica, dio a conocer la sentencia que responsabiliza al Estado colombiano por las agresiones que sufrió el camarógrafo Richard Vélez en 1996 y las posteriores amenazas que lo obligaron a exiliarse junto con su familia. En la sentencia, la Corte considera que a Richard Vélez y a su familia, se les vulneraron los derechos a la integridad personal, libertad de expresión, protección a la familia y garantía de justicia.
La Corte considera que Colombia debe seguir capacitando a los miembros de la fuerza pública en temas de libertad de prensa, le pide publicar los apartes más importantes de la sentencia en los principales medios de comunicación impresos y lo obliga a reparar a las víctimas.
Agresión de militares durante cubrimiento
El 29 de agosto de 1996 el periodista Luis Gonzalo Vélez, conocido como Richard Vélez, se encontraba cubriendo para el noticiero Colombia 12:30 las “marchas cocaleras” en el departamento de Caquetá. Durante las manifestaciones se presentaron incidentes entre los campesinos y el Ejército. Vélez registró con su cámara las agresiones de unos militares a un campesino indefenso. Al ver esto, algunos uniformados golpearon al camarógrafo y destruyeron su cámara, aunque no se afectó la cinta, lo que permitió dar a conocer lo sucedido. Posteriormente Vélez fue víctima de amenazas y persecuciones que lo obligaron salir del país.
Aunque se abrieron las investigaciones penales y disciplinarias correspondientes, no se encontró ni se sancionó a los responsables. El caso fue puesto a consideración del Sistema Interamericano de Derechos Humanos donde Colombia aceptó parcialmente su responsabilidad. En su momento el Estado expresó que “el incidente en el que resultó lesionado el señor Vélez no fue un ataque deliberado sino consecuencia de una confusa situación que derivó en hechos de violencia protagonizados por los marchantes que provocaron una reacción de la Fuerza Pública.”
Sin embargo, para la Corte, Richard Vélez fue agredido “encontrándose indefenso, sin haber actuado de forma alguna que justificara tal agresión, siendo identificable como miembro de la prensa por la cámara de video que cargaba y, más aún, la agresión se dirigió directamente contra él con el objetivo preciso de impedirle continuar grabando los acontecimientos y de impedirle difundir lo que había grabado.”
Dijo la Corte que “se trataba de un periodista que buscó y difundió información de interés público que fue agredido por militares cuando estaba obteniendo tal información y que, con posterioridad a ello, estaba siendo objeto de amenazas y hostigamientos”. La falta de justicia y el posterior exilio de Richard Vélez “resultan particularmente graves debido al efecto amedrentador que pueden tener en otros periodistas que cubren noticias de interés público, lo cual incide en la información que finalmente reciben los miembros de la sociedad.”
La Corte reconoce los esfuerzos de Colombia en los últimos años por garantizar la libertad de prensa y lo invita a seguir emprendiendo medidas de prevención y protección a periodistas en riesgo. A su vez, insiste en incluir dentro de sus programas de capacitación en derechos humanos dirigidos a las fuerzas militares un módulo sobre libertad de expresión y relación con la prensa. El Ministerio de Defensa acaba de iniciar un programa piloto de capacitación a la fuerza pública en estos temas.
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