Edison Lanza, Relator Especial para la Libertad de Expresión e Información de la CIDH, concedió a IPYS esta entrevista, en la que alerta en torno al verdadero rol que tienen los medios públicos de garantizar la pluralidad y la diversidad.
Este artículo fue publicado originalmente en ipysvenezuela.org el 27 de junio de 2016.
Por Mariengracia Chirinos
Organizado por Transparencia Venezuela, en el marco de la discusión del proyecto de ley de acceso a la información pública que promueven las organizaciones agrupadas en la coalición Proacceso, Edison Lanza, Relator Especial para la Libertad de Expresión e Información de la CIDH, concedió a IPYS esta entrevista, en la que alerta en torno al verdadero rol que tienen los medios públicos de garantizar la pluralidad y la diversidad.
¿Cuál cree usted que son los retos que tiene la libertad de expresión para garantizar el derecho a la opinión en Venezuela?
Venezuela tiene que seguir construyendo tolerancia a las más diversas opiniones y críticas. Siempre digo que en América Latina tenemos que acostumbrarnos, los Estados y gobiernos tienen que acostumbrarse a que vivimos en sociedades diversas, plurales, informadas e interconectadas, y que ya no es posible hegemonizar la palabra, el mensaje o la ideología, o imponer una ideología. Por lo tanto, creo que ahí queda mucho camino por hacer. En primer lugar, resaltar el trabajo de los periodistas. Desde las más altas autoridades hasta la sociedad civil deben poner de manifiesto la importancia que tiene el periodismo para la sociedad democrática y para el derecho a la información de la gente. En segundo lugar, es necesario remover los obstáculos legales que existen en Venezuela para el ejercicio del acceso a la información pública, o también para el trabajo que hacen los periodistas y los medios de comunicación. Y, en tercer lugar, se tiene que dotar de mayor diversidad y pluralismo el sistema de medios, no hostigar a los periodistas, habilitar y darles seguridad jurídica a los medios de comunicación que operan a través de frecuencias o de licencias del Estado para poder funcionar. Hay una serie de pasos que son urgentes para normalizar la situación.
¿Hacia dónde debería caminar el sistema de medios públicos en Venezuela?
Notoriamente los medios públicos han sido de algún modo utilizados con una finalidad diferente al mandato que éstos tienen, que es promover el interés general, informar a cabalidad, incluir a todos los sectores diversos y plurales, y explorar formatos que de pronto no existen en el sector comercial. Estos medios han sido instrumento, muchas veces, de propaganda, o de tribuna de gobierno, o incluso para hostigar a la sociedad civil, a periodistas, por ejemplo. Por lo tanto, creo que otra herramienta importante para la democracia y para la normalización democrática en Venezuela tiene que ver con dotar a los medios públicos de una gobernanza, de unas garantías, y también de una participación de la sociedad civil, para convertirlos en verdaderos instrumentos de diversidad, pluralismo, y ponerlos al servicio del público, que es el que paga también al final del día la cuenta de estos medios.
IPYS Venezuela acaba de presentar una investigación que se llama Navegar con libertad, un informe de libertad de expresión en Internet. ¿Cuál cree usted que son los retos que presenta Venezuela en materia de Internet como un derecho humano, y también viéndonos en comparación con la región?
Uno de los principios centrales básicos de Internet es que justamente haya un ciberespacio abierto, que sea garantizado por el gobierno. Libre de amenazas para quienes quieren expresarse. La web es un espacio privilegiado para la expresión y para la libertad de expresión y opinión, y por lo tanto el Estado tiene que asegurar la neutralidad de la red, no realizar acciones de vigilancia, porque la libertad de expresión incluye, por supuesto, una esfera privada para manifestarse, para buscar información, y para compartir información. Es necesario que el Estado garantice que no se bloqueen ni se bajen contenidos por razones discriminatorias, salvo aquellos que son ilegales, como la pornografía infantil o la incitación al odio que, por órdenes judiciales, por supuesto, pueden ser dados de baja. Pero, en general, digamos no puede haber un bloqueo de contenido por el origen de la fuente, por razones discriminatorias de cualquier clase. Si se ajustan a esos elementos, habrá garantías para el ejercicio de la libertad de expresión en Internet. De lo contrario, estarían irrespetando la libertad de expresión.
Un mensaje para los periodistas venezolanos que hoy es su día
Si el periodismo no es libre, no es periodismo. Será otra cosa, pero no será periodismo. En un momento crítico de la historia de Venezuela, de tensiones políticas, y de polarización, tienen que existir las garantías para que el periodismo pueda tener un papel central, y reflejar a la sociedad con información rigurosa, verificada y demás. El periodismo tiene que estar respaldado el periodismo, y el ejercicio de su función no puede sentirse hostigado o estigmatizado por el Estado. No se pueden desarrollar mecanismos de censura indirecta —que podrían estar aplicándose en este momento en algunos medios de comunicación. Obviamente los propietarios de los medios también tienen una responsabilidad con el rigor periodístico y con la libertad de expresión. Cuando a veces los medios son adquiridos de forma poco transparente y se convierten en instrumento de censura, la democracia está en serio riesgo. Nuestro llamado de atención y nuestro respaldo a los periodistas venezolanos en su día, es que puedan ejercer su profesión libres de hostigamiento, libres de amenazas y libres de presiones para que puedan cumplir a cabalidad con su trabajo.