C-Libre considera que en vista de las amenazas que hay en derredor del caso, merece la atención inmediata del Consejo Nacional para Protección para las y los Defensores de Derechos Humanos, Periodistas, Comunicadores Sociales y Operadores de Justicia.
Este artículo fue publicado originalmente en clibrehonduras.com el 22 de febrero de 2016.
Un Tribunal de Sentencia de la Ceiba, Atlántida, sentenció como inocente a Carlos Javier Martínez Ponce, el principal sospechoso del crimen del periodista, Nery Soto, asesinado el 14 de agosto de 2014, en Olanchito, departamento de Yoro.
La sentencia absolutoria fue dictada la mañana de este lunes en esta ciudad de la Costa Norte hondureña que tiene jurisdicción sobre Olanchito, considerada la ciudad cívica de Honduras, confirmó la Red de Alertas de Protección a Periodistas y Comunicadores Sociales (Rapcos) de este municipio.
C-Libre considera que en vista de las amenazas que hay en derredor del caso, merece la atención inmediata del Consejo Nacional para Protección para las y los Defensores de Derechos Humanos, Periodistas, Comunicadores Sociales y Operadores de Justicia, dependiente del Sistema Nacional de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos.
En el transcurso del juicio hubo amenazas para operadores de justicia, ofrecimiento de soborno para un oficial, además los periodistas de la zona han sido expuestos durante la investigación criminal, según se puede constatar en el expediente judicial y en información recopilada por la Rapcos, conformada por C-Libre en este sector del país.
Tras este asesinato, un periodista que trabajaba con Soto salió del país.
Desde el inicio, el caso de Martínez Ponce fue tratado como delicado y ante la “peligrosidad del imputado”, considerada así por las autoridades, fue trasladado del Centro Penal de Olanchito, Yoro, a la Penitenciaría Nacional de El Porvenir, de La Ceiba, porque los operadores judiciales temieron que en la cárcel penal se produjera un rescate del detenido.
Una operadora judicial -consta en diligencias de investigación- estaba siendo investigada porque cuando no habían detenido al sospecho, ella habría mantenido contacto telefónico con él. El móvil del crimen sigue siendo un enigma, lo único real es que ha amedrentado a la prensa de esta zona del país. La principal justificación, sin comprobación real, por parte de la policía es que se trató de un crimen por equivocación, sin embargo, ha habido amenazas en contra de testigos, según información en poder de C-Libre.